Desde el mismísimo 28 de junio, en más de una veintena de trabajos publicados en mis blog sobre el tema Honduras, hemos alertado continuamente acerca de la seguridad con que los golpistas actuaron y la impunidad que los ha acompañado todo el tiempo, como si el amparo viniera del más allá y fueran invulnerables a toda acción contra ellos.
Baste pensar que en los días en que se tejía una de las estratagemas más grandes, dilatadoras hasta la saciedad del conflicto, que avizoraba una ganadera de tiempo, como lo fue la mediación de Arias en Costa Rica, esa ingubernamental delegación de golpistas que allí asistió, pretendió exigir condiciones como si fueran ellos los legales en el potaje que allí se cocinaba. Después, durante el transcurso de las conversaciones, manifestaron CERO acuerdos y un cuerpo de CONDICIONES, que echaron por tierra este paso del proceso.
Después, todo el tiempo en su papel de “narizones” no han querido ceder ante ninguna propuesta hasta que lograron arribar al mes de noviembre, en una carrera contra el tiempo para las “elecciones previstas para el 29 de noviembre”.
¿Dónde quedaron los acuerdos de San José, los llamados de atención de la OEA, las sanciones de la Asamblea General de Naciones Unidas, el desconocimiento de la comunidad internacional al gobierno de facto y las sanciones impuestas al país por los organismos internacionales como del Banco Mundial, el FMI y la ayuda de Estados Unidos?
Nada cumplió su objetivo. Solo quien tiene el apoyo incondicional de la potencia más fuerte del orbe es capaz de obrar de ese modo, aún cuando ese apoyo se realiza de forma solapada como ha sucedido en esta ocasión.
Esa trampa llamada “ganar tiempo”, que se sucedió una y otra vez en este proceso, no permitió que el pueblo hondureño pudiera desplegarse en todo su potencial y tener al frente a su máximo representante: el presidente Zelaya.
Tenemos que reconocer que la visita a Tegucigalpa del secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon fue una jugada de engaño, porque nunca fue para catalizar el regreso al poder formal de Zelaya. El propio Micheletti se encargó de corroborar el apoyo que disfruta desde Washington cuando anunció "la conformación del Gobierno de Unidad y Reconciliación dentro del límite establecido dentro del cronograma del Acuerdo Tegucigalpa-San José", y al día siguiente anunció el "aplazamiento" de la decisión anterior, como si se tratara de un juego de muchachos.
La verdad de la verdad, como se dice en buen cubano, es que a estas alturas no se sabe a ciencia cierta, qué acordó Thomas Shannon con la dictadura durante las el breve tiempo que estuvo en Honduras, pero si es visible que los golpistas se sintieron doblemente respaldados desde el Norte y actuaron consecuencia sin ningún escrúpulo ni ética. Bueno, esa palabra nunca la conocieron.
Y qué decir ahora de la hipocresía del imperio al manifestar “que están decepcionados” con el curso de los acontecimientos. Tal vez porque entre las instrucciones que dejó Shannon figuraba lograr que de alguna manera Zelaya figurara en el gobierno que debió formarse y en el que él no figuró por decisión propia y que el Frente de Resistencia tampoco entraría en el sucio juego desarrollado en el Congreso. Esa fisura fue aprovechada para inyectar de nuevo a los golpistas para desarrollarse a fondo en las fraudulentas elecciones.
A fin de cuenta, el Acuerdo Tegucigalpa-San José, desde que fue concebido tuvo en cuenta dejar el espacio que los golpistas que necesitaban para sobrevivir y decidir –no de forma explícita–, quién debería presidir un fortuito nuevo gobierno en Honduras. Suplementariamente Zelaya cayó en la trampa al aceptar que la discusión del asunto de quién sería el presidente de ese nuevo gobierno sea bajo los vaticinios de una misión internacional de verificación integrada por la secretaria de Trabajo del presidente, Barack Obama, Hilda Solis, integra, junto al ex presidente chileno Ricardo Lagos.
A los golpistas se les permitió proponer la creación de un gobierno de "transición" encabezado por una tercera figura que enfriaría los ánimos hasta la ascensión al poder las autoridades elegidas en los comicios. De esta forma llegarían a las elecciones y prácticamente obligarían a los gobiernos del área a aceptar lo que ya está consumado y más si sucede lo esperado, que Estados Unidos reconocería al nuevo gobierno sin tener en cuenta la restitución de Zelaya.
Tal y como habían anunciado el 29 de noviembre se realizaron los comicios que llevaron al poder al derechista Porfirio Lobo quien sin quitarse el polvo del camino, el miércoles, instó al presidente de facto, Roberto Micheletti, a establecer una Comisión de la Verdad y otra de Verificación del Acuerdo Tegucigalpa-San José, ya que con la decisión del Congreso, que votó en contra de restituir Manuel Zelaya en el poder, se cumplió con ese documento. El Mandatario golpista sostuvo impunemente y de forma desvergonzada que “la decisión del Parlamento es un claro mensaje para los presidentes de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil y Argentina”, por la postura vertical mantenida por esos gobiernos en relación con la sucia agresión a la constitucionalidad hondureña y latinoamericana.
Ojos bien abiertos con el futuro de Honduras. El pueblo está agredido, no vencido. La estrategia del nuevo gobierno nunca estará de su lado para resolver los más urgentes problemas relacionados con la extrema pobreza, el hambre, el desempleo y las desmedidas violaciones de los más elementales derechos civiles y humanos como ya lo han practicado durante estos meses de militarismo desmedido al estilo pinochetista. El pueblo siempre tendrá a su haber la última palabra, aunque en esta ocasión haya estado la trampa desencadenada.
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viernes, diciembre 04, 2009
jueves, noviembre 05, 2009
Honduras, terror, maniobras e impunidad
Hoy ha circulado una imagen que vale más de mil palabras como se repite como regla en el periodismo, pero esa imagen única que dejó para la posteridad un segundo de este día, transmitió al mundo el mensaje de lo que allí acontece: Nadie escapa al maltrato, a la persecución, a la muerte de mano de los representantes de los militares golpistas.
Esa es la imagen del pueblo allanado y pisoteado, que al llegar las 12 de la noche de este jueves cinco de noviembre, desafiando todos los acuerdos a que llegue el Congreso violando lo acordado hasta hoy, continuará luchando no en el gobierno de des-Unidad Nacional que van a formar, sino BIEN UNIDOS desde el Frente de Resistencia contra el golpe, liderando la lucha revolucionaria para desenmascarar el boicot que tienen preparado con las falsas y fraudulentas elecciones que programan para el 29 de noviembre.
El terror, la maniobras, y la impunidad señorean en este minuto en Honduras, país que reclama la captura de las palabras JUSTICIA, CONSTITUCIONALIDAD, DERECHOS, perdidas desde el 28 de junio del diccionario, de la lengua y sobre todo de la vida de ese pueblo que ha sido víctima de las más injustas agresiones, persecuciones, terrorismo, militarismo al estilo de los años ´60 y ´80 del siglo XX en los que imperó el fascismo americano.
Hoy uno de los más cercanos colaboradores de Zelaya, que también se encuentra en la sede diplomática brasileña desde el pasado 21 de septiembre, a la cual llegó de forma clandestina desafiando a las fuerzas militares que custodian toda la capital armados hasta los dientes que fue el vocero de la decisión del Frente de Resistencia de no integrar el gobierno si no se restituía a Zelaya.
Desde hace muchos días venimos denunciando en diferentes artículos publicados en nuestros blog, las maniobras dilatorias del Gobierno de facto para llegar a esta fecha, cuando debe cumplirse el plazo para dejar listo el Gobierno de Unidad Nacional, sin el retorno de Zelaya, hacer fuerza para lograr representatividad mayoritaria de los golpistas y sus acólitos en el nuevo gobierno y continuar desacreditando a José Manuel Zelaya, el único presidente legítimo de ese país, al hacer caso omiso a sus exigencias y señorear en el país a su antojo.
No podemos ser ingenuos y debemos tener muy presente la postura controvertida y débil asumida por Estados Unidos ante el conflicto da pie al Frente de Resistencia contra el golpe a acusar a ese país y a la OEA de ser cómplices de los golpistas, lo que evidencia que los luchadores por la verdadera Honduras libre e independiente, tienen claro que el verdadero enemigo no es el gobierno de facto, sino los Estados Unidos, que en este primer año de gobierno de Barak Obama y después de anunciado en la Cumbre de Las Américas, “la nueva etapa de la política de ese país con respecto a Latinoamérica”, el primer acto de “buena voluntad” fue apoyar y/o tramar, planificar, asegurar, o como se quiera decir, el golpe “al eslabón más débil del Alba”, como precisó el Presidente Chávez.
La maniobra estuvo diseñada desde el primer día. Era casi imposible que la oligarquía y la casta militar hondureña, sola, sin asesoramiento ni apoyo, planificaran el secuestro del Presidente Zelaya y lo sacaran del país, presentaran en el congreso una falsa carta de renuncia como si hubiera abandonado el gobierno por decisión propia y no quedaba otra cosa que formar un nuevo gobierno en el que el Goriletti, ambicioso, traficante y con un largo expediente de aspiraciones gubernamentales quedara apuntalado por los militares, paramilitares y la policía que, cual coalición fascista, han llevado al país a casi medio siglo de atraso constitucional, democrático y económico.
Si comenzamos a hacer la historia de lo acontecido cronológicamente en relación con la mano asesina de Washington en relación con el golpe y su apoyo a ellos, no quedaría espacio en este blog para enumerarlos. Todas sus acciones, desde el golpe hasta la mediación planificada de Arias, han estado encaminadas a oxigenar al Gobierno de facto, dar rienda suelta y apoyo incondicional a Micheletti creando un personajillo falso e irreverente, controvertido y sádico, mentiroso y poseído, que revuelve el estómago solo de ver su infeliz desempeño.
En cuanto al presidente Zelaya, la estrategia yanqui se diseñó para desacreditarlo ya que, cual simple secuestrado, se presentara desaliñado y en ropas interiores a denunciar lo que hicieron con él y demeritar su autoridad cuando anunció varias veces su ingreso al país y no lo dejaron aterrizar en el aeropuerto de Tegucigalpa primero y después, le prohibieron cruzar la frontera de su propio país, del que era el único presidente constitucional.
La solidaridad internacional no se hizo esperar, los organismos internacionales tuvieron pronunciamientos severos y sanciones precisas al país mientras el inconstitucional gobierno mandara en el país, pero no fue suficiente porque era muy grande y poderosa la mano protectora que los guiaba, tan grande que son los que históricamente han desestimado todos y cada uno de los acuerdos que el Consejo de Seguridad o la Asamblea General de Naciones Unidas han acordado en relación con los Estados Unidos.
Estamos en los minutos finales y definitorios de Honduras. A nuestro juicio ya sucedió todo lo que estaba planificado, apoyado y asegurado. Por ahora continuará este país víctima del terror, las maniobras y verá con tristeza la impunidad de los usurpadores acabando con los recursos del país y desestimando la fuerza decisiva del pueblo, que es en definitiva el que tiene la responsabilidad de decir la última palabra.
Esa es la imagen del pueblo allanado y pisoteado, que al llegar las 12 de la noche de este jueves cinco de noviembre, desafiando todos los acuerdos a que llegue el Congreso violando lo acordado hasta hoy, continuará luchando no en el gobierno de des-Unidad Nacional que van a formar, sino BIEN UNIDOS desde el Frente de Resistencia contra el golpe, liderando la lucha revolucionaria para desenmascarar el boicot que tienen preparado con las falsas y fraudulentas elecciones que programan para el 29 de noviembre.
El terror, la maniobras, y la impunidad señorean en este minuto en Honduras, país que reclama la captura de las palabras JUSTICIA, CONSTITUCIONALIDAD, DERECHOS, perdidas desde el 28 de junio del diccionario, de la lengua y sobre todo de la vida de ese pueblo que ha sido víctima de las más injustas agresiones, persecuciones, terrorismo, militarismo al estilo de los años ´60 y ´80 del siglo XX en los que imperó el fascismo americano.
Hoy uno de los más cercanos colaboradores de Zelaya, que también se encuentra en la sede diplomática brasileña desde el pasado 21 de septiembre, a la cual llegó de forma clandestina desafiando a las fuerzas militares que custodian toda la capital armados hasta los dientes que fue el vocero de la decisión del Frente de Resistencia de no integrar el gobierno si no se restituía a Zelaya.
Desde hace muchos días venimos denunciando en diferentes artículos publicados en nuestros blog, las maniobras dilatorias del Gobierno de facto para llegar a esta fecha, cuando debe cumplirse el plazo para dejar listo el Gobierno de Unidad Nacional, sin el retorno de Zelaya, hacer fuerza para lograr representatividad mayoritaria de los golpistas y sus acólitos en el nuevo gobierno y continuar desacreditando a José Manuel Zelaya, el único presidente legítimo de ese país, al hacer caso omiso a sus exigencias y señorear en el país a su antojo.
No podemos ser ingenuos y debemos tener muy presente la postura controvertida y débil asumida por Estados Unidos ante el conflicto da pie al Frente de Resistencia contra el golpe a acusar a ese país y a la OEA de ser cómplices de los golpistas, lo que evidencia que los luchadores por la verdadera Honduras libre e independiente, tienen claro que el verdadero enemigo no es el gobierno de facto, sino los Estados Unidos, que en este primer año de gobierno de Barak Obama y después de anunciado en la Cumbre de Las Américas, “la nueva etapa de la política de ese país con respecto a Latinoamérica”, el primer acto de “buena voluntad” fue apoyar y/o tramar, planificar, asegurar, o como se quiera decir, el golpe “al eslabón más débil del Alba”, como precisó el Presidente Chávez.
La maniobra estuvo diseñada desde el primer día. Era casi imposible que la oligarquía y la casta militar hondureña, sola, sin asesoramiento ni apoyo, planificaran el secuestro del Presidente Zelaya y lo sacaran del país, presentaran en el congreso una falsa carta de renuncia como si hubiera abandonado el gobierno por decisión propia y no quedaba otra cosa que formar un nuevo gobierno en el que el Goriletti, ambicioso, traficante y con un largo expediente de aspiraciones gubernamentales quedara apuntalado por los militares, paramilitares y la policía que, cual coalición fascista, han llevado al país a casi medio siglo de atraso constitucional, democrático y económico.
Si comenzamos a hacer la historia de lo acontecido cronológicamente en relación con la mano asesina de Washington en relación con el golpe y su apoyo a ellos, no quedaría espacio en este blog para enumerarlos. Todas sus acciones, desde el golpe hasta la mediación planificada de Arias, han estado encaminadas a oxigenar al Gobierno de facto, dar rienda suelta y apoyo incondicional a Micheletti creando un personajillo falso e irreverente, controvertido y sádico, mentiroso y poseído, que revuelve el estómago solo de ver su infeliz desempeño.
En cuanto al presidente Zelaya, la estrategia yanqui se diseñó para desacreditarlo ya que, cual simple secuestrado, se presentara desaliñado y en ropas interiores a denunciar lo que hicieron con él y demeritar su autoridad cuando anunció varias veces su ingreso al país y no lo dejaron aterrizar en el aeropuerto de Tegucigalpa primero y después, le prohibieron cruzar la frontera de su propio país, del que era el único presidente constitucional.
La solidaridad internacional no se hizo esperar, los organismos internacionales tuvieron pronunciamientos severos y sanciones precisas al país mientras el inconstitucional gobierno mandara en el país, pero no fue suficiente porque era muy grande y poderosa la mano protectora que los guiaba, tan grande que son los que históricamente han desestimado todos y cada uno de los acuerdos que el Consejo de Seguridad o la Asamblea General de Naciones Unidas han acordado en relación con los Estados Unidos.
Estamos en los minutos finales y definitorios de Honduras. A nuestro juicio ya sucedió todo lo que estaba planificado, apoyado y asegurado. Por ahora continuará este país víctima del terror, las maniobras y verá con tristeza la impunidad de los usurpadores acabando con los recursos del país y desestimando la fuerza decisiva del pueblo, que es en definitiva el que tiene la responsabilidad de decir la última palabra.
lunes, noviembre 02, 2009
LA ARAÑA SE ENMARAÑA EN HONDURAS
La araña teje su tela para señorear, pero no conoce que hay otros que pueden llegar a su reino, destruir su tela y enmarañarle la vida que creía muy segura y protegida. Los gorilas creyeron implantar una impenetrable tela pegajosa que nunca iban a poder destruirlo, pero la fuerza del pueblo, su capacidad de resistencia han hecho que la araña se enmarañe y llegue al clímax la situación imperante en el país.
Por doquier retumban las voces multiplicando el mensaje de los desposeídos cantando el himno del Frente: “Honduras, un pueblo que no calla//Honduras resiste a la batalla//para que vuelva José Manuel Zelaya”, como símbolo de que la lucha continuará hasta la victoria definitiva y reconquistar lo que habían logrado antes del golpe.
Al repasar la situación de progreso real que exhibía el pueblo hondureño en este último período de gobierno constitucional, sobre todo las clases que históricamente estuvieron excluidas de toda oportunidad real de avanzar, apreciamos el desastre político, constitucional y moral exhibido por los golpistas a partir del 28 de junio; no cabe dudas de que mucho se perdió.
Fueron transgredidas las bases democráticas que sustentaban la legalidad e institucionalidad de ese país para dar rienda suelta al regreso al militarismo, la tortura, el allanamiento, los secuestros, practicados en los años del triunfo sandinista en Nicaragua cuando Honduras fue tomado como base para frustrar la naciente Revolución, lo que hizo retroceder muchos años, a la época cuando las calles de Tegucigalpa y otras ciudades se bañaban de sangre como oficio de las dictaduras que imperaron en el país.
Es preciso recordar que Honduras es el tercer país más pobre del continente, solo superado por Haití y Nicaragua, con un índice de pobreza en el 2008 de un 16,9 por ciento y el de Desarrollo Humano de 0,7, ocupando el lugar 115 en el ranking mundial.
El gobierno democrático de Manuel Zelaya Rosales, elegido por la voluntad mayoritaria del pueblo, trajo a los nativos la luz del saber, les dio facilidades en cuanto a los servicios de Salud, seguridad energética e imagen de prosperidad con los proyectos de Petrocaribe y su integración al ALBA. En enero de 2009, al rendir cuenta del tercer año de mandato, el presidente Manuel Zelaya anunciaba que “el país se perfila con solidez hacia el desarrollo económico y anunció la próxima presentación de un plan estratégico a 30 años de plazo”.
Esa propuesta, unida a la que se preparaba para una nueva constituyente, no le convenían a las clases acaudaladas y los militares que reunían en pocos las mayores ganancias a costa de la explotación de las clases más bajas del país, por tal motivo es que van al golpe, para impedir que se realizara la consulta popular o Cuarta Urna, que medía solo la voluntad del pueblo, no ratificaba la continuidad de Zelaya en el poder como quieren hacer ver para legitimar su acusación de supuesta ilegalidad.
Pero si algo ha resultado positivo dentro de todo este tortuoso proceso de involución es la voluntad y conciencia del pueblo, reunido, organizado y guiado en el Frente de Resistencia Nacional contra el Golpe, el cual ha logrado mantener viva la llama de la lucha por la verdadera independencia, del retorno a la democracia pisoteada y del restablecimiento de la institucionalidad. Como bien plantea la Carta Magna hondureña la forma de gobierno es republicana, democrática y representativa sustentada en los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial sin relaciones de subordinación, además precisa que es imprescindible el ejercicio de la presidencia de la República, de lo contrario sería una ilegalidad.
Entonces,¿Por qué se acusa a Zelaya, si no estuvieran de por medio millonarios intereses y hasta la propia existencia de esa camarilla que también hoy señorea en el Congreso?
El aislamiento en que ha estado el país por el irreconocimiento universal del gobierno de facto, las continuas medidas prohibitivas del envío de combustible, de la ayuda del Banco Mundial, de la ausencia de los organismos internacionales y la condena producida en cada uno de los escenarios en que ha sido posible y la fuerte resistencia del pueblo, ponen al gorilético seudo-presidente y a su gobierno de nombrados “a dedos” el en climax del colapso, listos para patalear en la próxima contienda cuando el Congreso tenga que decidir el retorno a la constitucionalidad con el restablecimiento del legítimo presidente José Manuel Zelaya.
Ya el subsecretario de Estado, Thomas Shannon, representante de Estados Unidos en este proceso negociador, ratificó que su país espera que cada una de las partes– Zelaya o Micheletti– acepte sin objeciones las decisiones del Congreso.
Si la aprobación fuera negativa y se impusiera la existencia transitoria de un gobierno de múltiple representación, solo el pueblo, su fuerza, su moral ganada en la lucha pacífica con el Frente de Resistencia nacional contra el Golpe, con la multiplicación de las acciones, la labor política con las grandes masas de desposeídos que nada tienen que perder, serían los responsables de devolver al país la verdadera constitucionalidad, el rescate de sus derechos, levantar la frente con la dignidad de los vencedores y levantar el desarrollo económico social del país.
De todos modos, ya la araña está enmarañada porque las circunstancias son extremas y los usurpadores tienen las patas resbaladizas en un hilo que ha nunca tuvo las legítimas propiedades y está a punto de partirse y hacerlos caer.
El pueblo hizo suya la causa, esa es la única forma viable hoy para el rescate de lo perdido y avanzar mucho más, como lo demuestran las declaraciones de Juan Barahona, Jefe del Frente, a Prensa latina:“…estamos dispuestos a continuar esta lucha pacífica hasta el resultado final, como lo demuestran nuestros mártires, que no se murieron en vano”.
Por doquier retumban las voces multiplicando el mensaje de los desposeídos cantando el himno del Frente: “Honduras, un pueblo que no calla//Honduras resiste a la batalla//para que vuelva José Manuel Zelaya”, como símbolo de que la lucha continuará hasta la victoria definitiva y reconquistar lo que habían logrado antes del golpe.
Al repasar la situación de progreso real que exhibía el pueblo hondureño en este último período de gobierno constitucional, sobre todo las clases que históricamente estuvieron excluidas de toda oportunidad real de avanzar, apreciamos el desastre político, constitucional y moral exhibido por los golpistas a partir del 28 de junio; no cabe dudas de que mucho se perdió.
Fueron transgredidas las bases democráticas que sustentaban la legalidad e institucionalidad de ese país para dar rienda suelta al regreso al militarismo, la tortura, el allanamiento, los secuestros, practicados en los años del triunfo sandinista en Nicaragua cuando Honduras fue tomado como base para frustrar la naciente Revolución, lo que hizo retroceder muchos años, a la época cuando las calles de Tegucigalpa y otras ciudades se bañaban de sangre como oficio de las dictaduras que imperaron en el país.
Es preciso recordar que Honduras es el tercer país más pobre del continente, solo superado por Haití y Nicaragua, con un índice de pobreza en el 2008 de un 16,9 por ciento y el de Desarrollo Humano de 0,7, ocupando el lugar 115 en el ranking mundial.
El gobierno democrático de Manuel Zelaya Rosales, elegido por la voluntad mayoritaria del pueblo, trajo a los nativos la luz del saber, les dio facilidades en cuanto a los servicios de Salud, seguridad energética e imagen de prosperidad con los proyectos de Petrocaribe y su integración al ALBA. En enero de 2009, al rendir cuenta del tercer año de mandato, el presidente Manuel Zelaya anunciaba que “el país se perfila con solidez hacia el desarrollo económico y anunció la próxima presentación de un plan estratégico a 30 años de plazo”.
Esa propuesta, unida a la que se preparaba para una nueva constituyente, no le convenían a las clases acaudaladas y los militares que reunían en pocos las mayores ganancias a costa de la explotación de las clases más bajas del país, por tal motivo es que van al golpe, para impedir que se realizara la consulta popular o Cuarta Urna, que medía solo la voluntad del pueblo, no ratificaba la continuidad de Zelaya en el poder como quieren hacer ver para legitimar su acusación de supuesta ilegalidad.
Pero si algo ha resultado positivo dentro de todo este tortuoso proceso de involución es la voluntad y conciencia del pueblo, reunido, organizado y guiado en el Frente de Resistencia Nacional contra el Golpe, el cual ha logrado mantener viva la llama de la lucha por la verdadera independencia, del retorno a la democracia pisoteada y del restablecimiento de la institucionalidad. Como bien plantea la Carta Magna hondureña la forma de gobierno es republicana, democrática y representativa sustentada en los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial sin relaciones de subordinación, además precisa que es imprescindible el ejercicio de la presidencia de la República, de lo contrario sería una ilegalidad.
Entonces,¿Por qué se acusa a Zelaya, si no estuvieran de por medio millonarios intereses y hasta la propia existencia de esa camarilla que también hoy señorea en el Congreso?
El aislamiento en que ha estado el país por el irreconocimiento universal del gobierno de facto, las continuas medidas prohibitivas del envío de combustible, de la ayuda del Banco Mundial, de la ausencia de los organismos internacionales y la condena producida en cada uno de los escenarios en que ha sido posible y la fuerte resistencia del pueblo, ponen al gorilético seudo-presidente y a su gobierno de nombrados “a dedos” el en climax del colapso, listos para patalear en la próxima contienda cuando el Congreso tenga que decidir el retorno a la constitucionalidad con el restablecimiento del legítimo presidente José Manuel Zelaya.
Ya el subsecretario de Estado, Thomas Shannon, representante de Estados Unidos en este proceso negociador, ratificó que su país espera que cada una de las partes– Zelaya o Micheletti– acepte sin objeciones las decisiones del Congreso.
Si la aprobación fuera negativa y se impusiera la existencia transitoria de un gobierno de múltiple representación, solo el pueblo, su fuerza, su moral ganada en la lucha pacífica con el Frente de Resistencia nacional contra el Golpe, con la multiplicación de las acciones, la labor política con las grandes masas de desposeídos que nada tienen que perder, serían los responsables de devolver al país la verdadera constitucionalidad, el rescate de sus derechos, levantar la frente con la dignidad de los vencedores y levantar el desarrollo económico social del país.
De todos modos, ya la araña está enmarañada porque las circunstancias son extremas y los usurpadores tienen las patas resbaladizas en un hilo que ha nunca tuvo las legítimas propiedades y está a punto de partirse y hacerlos caer.
El pueblo hizo suya la causa, esa es la única forma viable hoy para el rescate de lo perdido y avanzar mucho más, como lo demuestran las declaraciones de Juan Barahona, Jefe del Frente, a Prensa latina:“…estamos dispuestos a continuar esta lucha pacífica hasta el resultado final, como lo demuestran nuestros mártires, que no se murieron en vano”.
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