El fundador de Wikileaks, Julian Assange, nos recibe en una oficina especial que la embajada de Ecuador en el Reino Unido ha habilitado para que dialogue con la prensa de cara a la publicación de su nuevo libro, Cypherpunks. La libertad y el futuro de Internet.
El pelo blanco y la piel casi traslúcida le dan un aire de albino insomne, pero los más de seis meses encerrado en la embajada y el más que incierto futuro ante la decisión del gobierno británico de no concederle el salvoconducto que le permitiría viajar a Ecuador, no parecen pesarle mucho.
Es cierto que tiene una aparentemente bien ganada fama de recluso y que en su pequeño cuarto en la embajada debe hacer lo mismo que hacía la mayor parte del tiempo en su vida libre: estar pegado a computadora e Internet. Es prácticamente imposible imaginar su vida sin la pantalla y el ciberespacio. Por eso mismo, su libro sorprende por partida doble. Según Assange, Internet puede hacer palidecer las peores pesadillas de control poblacional imaginadas en 1984, por George Orwell.