Por Pedro González Munné *
Hoy en día, cuando en todas partes se cuestiona el mejor lugar para disfrutar de la visa para un sueño, sigo creyendo que éste no lo es y aunque los cubanos seguimos llegando, tal vez por aquello de los beneficios del ajuste, privilegio negado a los negritos de Haití o los indios de Latinoamérica, como tan mal vociferan estos exiliados racistas que nos gastamos en la calle Ocho y sus emisoras.
Sin embargo, estos mismos exiliados, ratas del imperio desde que arribaron a esta ciénaga en los 60, ahora se revuelven contra su propia sangre y califican, al Ajuste Cubano de Ley: "anacrónica e injusta".