Carlos Latuff nació en Río de Janeiro
en 1968 y, desde hace 20 años, compatibiliza su trabajo como ilustrador
gráfico con un sólido compromiso político que le ha llevado a enarbolar
causas como la lucha contra la opresión del pueblo palestino, el
zapatismo, la denuncia de la violencia policial en Brasil y, más
recientemente, las revueltas árabes. Sus incisivas crónicas visuales de
la revolución en Egipto le han valido fama internacional y 28.000
seguidores en Twitter. Aunque, para él, no se trata de una revolución…
¿Cuál es su visión de la Primavera Árabe?
No se trata de un fenómeno homogéneo,
pero hay algo en común: en ninguno de esos países se ha conseguido una
democratización del régimen, tampoco allí donde, como en Egipto, se ha
derrocado al dictador. No es una revolución.
¿Cree que estas revueltas tienen que ver con el movimiento de los indignados?
Lo que sucede en Europa tiene que ver con la crisis económica en el continente. Pero creo que sí existe una influencia.