En mi entrega anterior argumenté el acierto del presidente Maduro al expulsar de Venezuela a Kelly Keiderling Franz, encargada de la embajada yanqui en Caracas.
Keiderling, oficial de caso(case officer) de la CIA a cargo del agente Henrique Capriles Radonsky había hecho la misma función en La Habana respecto al escritor Raúl Capote, el oficial Daniel de la seguridad cubana –y no David como erróneamente escribí debido a la premura periodística- quien, revelada su identidad, hizo públicas las verdaderas actividades de la “diplomática”.