El pueblo acogió con entusiasmo la Revolución de los humildes, para los humildes y por los humildes. |
Fotorreportaje sobre la victoria de la Revolución Cubana aquel Primero de Enero de 1959
Entonces a esta tierra le salieron barbas y los sueños se
hicieron verdeolivo. La sierra bajó a la ciudad y los collares llevaron
semillas de libertad. Las botas hicieron su paseo de justicia y las
boinas y las gorras adornaron la igualdad. Era el torrente de los
guerreros de una batalla noble. Cuando parecía que acababa un año,
comenzaba un tiempo nuevo.