Tomado de La pupila insomne
Por Juan Gelman
Por Juan Gelman
Cada
vez más. “Flame”, el último virus detectado, goza de una complejidad
que lo convierte tal vez en el más poderoso del planeta. Sólo puede ser
producto de conocimientos tecnológicos muy avanzados de un país. Lo
descubrieron por casualidad en el 2011: la Unión Internacional de Telecomunicaciones,
organismo de la ONU, solicitó a Karsperski Lab la investigación del
gusano que el año anterior había atacado a miles de Macs en diferentes
regiones del Medio Oriente –y no sólo–, particularmente en Irán, el blanco preferido, pero también en los territorios palestinos, Siria, Líbano, Sudán, Arabia Saudita y Egipto. El laboratorio Kasperski, con sede central en Moscú, es famoso a nivel mundial por su capacidad de producir antivirus informáticos de gran calidad.