A pesar del empeño de las Damas de Blanco por ganarse el sustento provocando a la dignidad de los cubanos, los vecinos de Cayo Hueso, sin tener en cuenta la copiosa lluvia que cayó sobre La Habana, una vez más le recordaron, frente a la casa de su líder, Laurá Pollán, su condición mercenaria.
Después de escampar, las Damas del Verde, se retiran tranquilamente a sus casas escoltadas por un Damo de Apoyo. ¿Qué guardará el escolta en su portafolio?