Por Frei Betto
Ser
de izquierda es, desde que esa clasificación surgió con la Revolución
Francesa, optar por los pobres, indignarse ante la exclusión social,
inconformarse con toda forma de injusticia o, como decía Bobbio,
considerar una aberración la desigualdad social.
Ser de derechas es tolerar injusticias, considerar los imperativos
del mercado por encima de los derechos humanos, encarar la pobreza como
tacha incurable, creer que existen personas y pueblos intrínsecamente
superiores a los demás.