Por Agnerys Rodríguez Gavilán
No es un catedrático lleno de canas, con unos lentes intentando
sostenerse en la punta de la nariz, y detrás de un buró lleno de
documentos, periódicos y revistas amarillentas, mucho menos de cuantos
libros sobre Derecho existen. Pero a su edad sorprenden la madurez y
profundidad de las ideas.
«En la Cuba del siglo XXI es imprescindible que el individuo asuma el
papel que le corresponde como protagonista en la conformación de un
Estado socialista eficiente y eficaz, cuyo poder en la conducción de la
sociedad, hacia ese peldaño superior del desarrollo, en todos los
órdenes de la vida, reside en la soberanía del pueblo».