De la paradoja al
anacronismo
Tomado de Granma
En Cuba, las causas de la migración, con excepción de la primera
oleada de emigrantes comprometida con el régimen de Batista y los
intereses del gobierno de Estados Unidos, son las mismas que
impulsan la movilidad transfronteriza de millones de personas en
todo el mundo. Están asociadas a los enormes desafíos que enfrenta
la humanidad, derivados de la polarización de la riqueza que ha
profundizado la brecha entre los países del llamado Sur geopolítico
y aquellos que concentran los mayores recursos, el acceso
privilegiado a la información, el conocimiento y la tecnología, como
resultado del saqueo sistemático y acumulativo de las riquezas
naturales y humanas de los países que hoy son los principales
emisores de migración internacional. Esas causas, en el mundo
globalizado de hoy, no respetan fronteras.
Como en la mayoría de los países emisores de nuestra región, los
cubanos emigran por causas económicas, razones familiares y otras
motivaciones personales, asociadas a factores histórico-culturales,
vinculados a la tradición migratoria cubana que está en la raíz
misma de la conformación de nuestra nación.