¡MULTIPLIQUEMOS LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL CON EL PUEBLO DE HONDURA Y LA CONDENA A LA ASONADA GOLPISTA!
Un niño menor de edad es uno de los primeros muertos que cobra la arremetida golpista en las áreas aledañas al aeropuerto de Tegucigalpa en franca emboscada engañosa tendida a los manifestantes del pueblo.
En estos momentos los más de 200 000 gorilas militares que se encuentran ocupando el aeropuerto internacional de Honduras, después de abrir con tropiezos el paso a los manifestantes que se dirigen al lugar para recibir en breve tiempo al presidente Zelaya, tendieron una brutal emboscada aplicándoles bombas de gases lacrimógenos, disparos donde ya han cobrado varias vidas, incluso a los periodistas que cubrían este acontecimiento.
Las fuerzas combinadas de la aviación han reforzado el patrullaje de helicópteros bien artillados, refuerzo de francotiradores, armas largas, bastones, escudos,mientras los gorilotes ahora solicitan, un diálogo con la OEA. ¿Para qué? Ya tuvieron tiempo suficiente para hacerlo y desoyeron los llamados de esa organización regional en la figura de su presidente miguel Insulza.
La masa se repliega ante los ataques y se reorganiza un poco más atrás, pero se multiplica la represión haciendo oídos sordos a los llamados que en múltiples oportunidades ha hecho el propio presidente Zelaya a las fuerzas armadas de retirarse del lugar y como parte del propio pueblo abrir el camino al restablecimiento de la constitucionalidad y la democracia.
Disparos a la cabeza de los manifestantes, el baño de sangre como hecho salvaje poco apreciable entre los seres humanos, se ha destapado. El ejército temeroso del auge del pueblo, responde a la acción pacífica con una brutal represión
Ninguna de las presiones, amenazas, negativas, militarización de aeropuertos, avenidas, caminos, ciudades, en fin, de casi todo el país hondureño, fueron suficientes para impedir que se cumpliera la decisión del presidente constitucional José Manuel Zelaya de regresar a su país, encontrarse con su pueblo y enfrentar las consecuencias que ello conlleven.
Ya se anunció su salida en un primer avión junto a Miguel D´Escoto, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, quien lleva como propósito hacer cumplir lo contenido en la Carta de la ONU y restituir al presidente constitucional y a la democracia ultrajada al país por una fauna gorilezca de oligarcas y militares mantenidos a costa de la explotación del pueblo por muchos años y que poco les interesan los destinos del país.
Por un problema de amor patrio, de confianza y lealtad al pueblo que lo eligió en las urnas a finales del 2005, Zelaya desde su primera aparición luego del golpazo, reiteró su decisión de regresar a la sagrada tierra de Morazán y alistarse junto a ese pueblo humilde que de cada diez familias ocho tienen un nivel de pobreza; seis un nivel medio de pobreza y tres son en extremo pobres, y en la práctica, son los que llevan encima el mayor costo de esta dantesca aventura.
Muy importante desde el punto de vista de los análisis realizados han sido las últimas jornadas de la reunión de la Asamblea General de la OEA, en la que la mandataria argentina Cristina Fernández, expresó su más rotunda condena al aldabonazo hondureño y destacó “que la asonada demuestra una estrategia oculta para torcer el rumbo que toma el hemisferio”… “Hay una estrategia más fina, más profunda que no sólo involucra a los golpistas hondureños, sino que se intenta frustrar una política distinta en la región”, precisó.
Mientras que Fernando Lugo, el mandatarioparaguayo, advirtió hoy en la OEA sobre la pesadilla del retorno a regímenes duros y que “Honduras nos da un golpe en la conciencia democrática”, reiteró Lugo, quien destacó que la causa del pueblo de la nación centroamericana cuenta con la solidaridad de todas las naciones del mundo.
Por su parte Nicolás Maduro, Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, rechazó hoy los llamados al presidente Manuel Zelaya de retrasar su regreso a Hondura para ser restituido, tras sufrir un golpe de Estado. “Consideramos inaceptable el argumento que pretende convertirse en chantaje de que el regreso de Zelaya sólo incrementará la tensión”, expresó.
“No hay retroceso, el pueblo me espera y allí estaré”, reiteró el presidente Zelaya, quien esta tarde estará arribando al aeropuerto internacional más custodiado del mundo, aproximadamente con 20 000 militares, y con un pueblo enaltecido reunido en los alrededores, venidos de todas partes del país lo espera, porque lo reconoce como su verdadero y único Presidente.
El diario El Clarín de Argentina, publicó una entrevista concedida porel “canciller” de la arremetida golpista de Honduras, Enrique Ortez Colindres, quien con la arrogancia y la efímera camiseta de triunfo, calificó al presidente de los Estados unidos, Barack Obama como un "negrito que no sabe nada de nada".
Valiente planteamiento en un momento de tanta tensión internacional y que de seguro con esa frase, ha querido cobrarle al imperio su falta de compromiso público con la “causa” de los golpistas hondureños, a la vez que esperan una decisión de Estados Unidos acerca del retiro del financiamiento y ayuda militar que tiene un plazo retrasado para mañana con el propósito de apreciar el desarrollo de los acontecimientos, como explicó el presidente Obama.
Desde ayer se viene cocinando por parte de los medios de comunicación al servicio de los golpistas, la posibilidad de una estratégica acción combinada contra ese país por parte de Venezuela, Nicaragua y Cuba, lo cual fue denunciado oportunamente por el presidente Daniel ortega y el representante de Nicaragua en la OEA. Considerando lo anterior indagaron acerca de lo que opinaba Ortez en cuanto a una intervención militar de esos países en Honduras, respondiendo raudo y veloz con una arremetida a Estados Unidos: “"Ellos permiten lo que sea. Ya Estados Unidos no es el defensor de la democracia. En primer lugar el presidente de la república, que lo respeto, el negrito, no conoce dónde queda Tegucigalpa. Nosotros somos los que conocemos dónde está Washington y somos los obligados como país pequeño, un pigmeo democrático, a aclararles las concepciones y a leerle, tal vez en su idioma, lo que está pasando", afirmó.
El improvisado ministro de gobierno no ha medido el alcance de sus declaraciones, a no ser que sea una estrategia pensada desde fuera para distanciar la posibilidad de la injerencia yanqui en el golpe gorilezco, o precisamente, abultar la valija de silencios y declaraciones tibias realizadas por ese gobierno que posee valiosos intereses económicos ymilitares en el país centroamericano.
A las ofensas anteriores añadió las del desconocimiento a la OEA y a Naciones Unidas, aRodríguez Zapatero, el mandatario español, al país hondureño y otras, como el más ignorante y fresco bocón que haya conocido la historia de las relaciones internacionales.
Denis Moncada, el representante de Nicaragua en la OEA y su presidente Daniel Ortega denunciaron hoy las peligrosas maniobras que tejen la oligarquía y los militares golpistas al pretender utilizar a los medios de comunicación puestos a su disposición desde el inicio del golpe, para acusar a Cuba, Nicaragua y Venezuela de preparar acciones militares y sangrientas contra el país centroamericano.
Pretenden provocar una situación de caos con apoyo de grupos paramilitares para "justificar un baño de sangre" a las puertas del regreso del presidente Manuel Zelaya.
“Están organizando grupos paramilitares para infiltrarlos en las manifestaciones de apoyo a Zelaya para que disparen en contra de los que están defendiendo a los golpistas, en contra incluso, de los policías para justificar un baño de sangre en Honduras".
Con tal complicidad se pronunció también la Iglesia Católica alertando a Zelaya de que no regresara porque provocaría un baño de sangre.
Mucho cuidado, que la situación creada no admite maniobras maquibélicas de tal envergadura, que pongan en peligro la estabilidad de la región y compliquen en los problemas nacionales de una nación a otras naciones a partir de tratar de buscar más pretextos para continuar justificando sus macabras e ilegales intenciones de “gobernar” en el país.
La comunidad internacional, como nunca antes, partiendo del Consejo de Seguridad de la ONU y todos los organismos internacionales, se han pronunciado por la ilegalidad del gobierno de facto y por el retorno del presidente Zelaya a sus funciones de presidente al frente del pueblo que le ha demostrado lealtad. ¡Bien alerta la comunidad internacional será diferente si en realidad esgrimen tales argumentos!
La página digital de Telesur mostró hace unos minutos un sugestivo titular que hace pensar a cristianos y ateos: “Iglesia católica hondureña advierte que regreso de Zelaya desatará un baño de sangre”… Así de sencillo y precisa en su lead que “la Iglesia Católica hondureña aseguró este sábado, a través de un comunicado leído por el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que el presidente constitucional, Manuel Zelaya, no debe regresar al país centroamericano porque eso "podría desatar un baño de sangre"(…) "Sé que usted ama la vida, sé que usted respeta la vida, hasta el día de hoy no ha muerto un solo hondureño, por favor medite porque después sería demasiado tarde."
¿Cómo es posible que quiénes están encargados por “mandato divino” de evitar los baños de sangre, predicar la hermandad entre los hombres, no matar… sean precisamente los que le digan a un cristiano convencido, honesto, que ha predicado todo el tiempo la acción pacífica sinel uso de las armas, incluso hasta en su Mensaje al pueblo, que no regrese al país porque será responsable del “baño de sangre”.. El baño de sangre YA COMENZÓ”.
Miente el señor Cardenal cuando plantea que “hasta el día de hoy no ha muerto un solo hondureño”, porque ya cobran cinco vidas las acciones fascistas desarrolladas en las calles donde junto a los muertos, se suman cientos de heridos, allanados, torturados y secuestrados, sobre todo en las últimas jornadas.
¿Por qué el señor Cardenal no se dirige a la junta goriletista que hoy oprime al país y pisotea los más elementales derechos de los hondureños a la información, a decidir su destino como pueblo defendido en estos turbulentos días en las calles, que retire a los paramilitares armados hasta los dientes, que no agredan a los manifestantes, suprima los vuelos rasantes, retiren los camiones bomba que lanzan chorros de agua coloreada, los gases lacrimógenos y todos los métodos fascistas que aplican contra el pueblo enaltecido?
No fue el pueblo el que comenzó el allanamiento, fueron las tropas élites del golpe que lo iniciaron mostrando a todos el terror en las calles y maltrataron hasta el presidente constitucional, secuestrado, allanado y deportado a Costa Rica, violada la inmunidad diplomática de los embajadoresde Cuba, Venezuela y Nicaragua cuando en gesto solidario acompañaban a la Canciller hondureña Patricia Rodas quien después también fue secuestrada y sacada del país.
No fue el pueblo el que silenció los medios de comunicación, ni agredió a los periodistas, ni causó daños a cientos de personas de todas las edades que defendían su derecho a opinar y a pedir el regreso de su presidente Constitucional.
Me parece que el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga está confundiendo las obligaciones cristianas con las intromisiones políticas que nada tienen que ver con la prédica.
No es el presidente Zelaya el que provoca el conflicto; por el contrario, los golpistas lo convierten en el centro del conflicto para esconder sus verdaderas intenciones e intereses porque saben que con la consulta constitucional del domingo 28, no quedarían bien parados ni podrían alcanzar ningún beneficio ni reconocimiento de un pueblo que por muchos años ha sido vilipendiado por la oligarquía y el militarismo desde que en 1933 el dictador Tiburcio Carias Andino controló con mano dura al país apoyado por las tiranías de países vecinos y las bananeras norteamericanas.
Olvidó el Señor Cardenal que esta historia es recurrente en Honduras y en muchos países de Latinoamérica y que la Iglesia que él representa ha tenido un papel protagónico en algunos de esos conflictos porque ante el manto en la cara para no mostrar el rostro, se advirtió la seña de la complicidad y el beneficio económico y político compartiendo decisiones Estado-Iglesia.
Han sido Centro y Suramérica regiones en las que la Iglesia ha mantenido un papel protagónico en el accionar social y en la esfera política al lado de los gobiernos. Si bien han dado a la causa de los pueblos ejemplos imperecederos de feligreses amantes de la justicia, junto a los pobres y han luchado por el bien de ellos, también los hay que es mejor ni mencionarlos para no mancillar el nombre de Dios.
Señor Cardenal, en nombre de Dios, haga que los fascistas que hoy ocupan el país retiren los francotiradores del aeropuerto de Tegucigalpa y las tropas acantonadas en sus alrededores con el propósito de asesinar al presidente constitucional y líder del pueblo José Manuel Zelaya que de seguro, estará mañana en SU TIERRA, en la que nunca debió abandonar.
Por favor Cardenal, nunca fue tan burda a alineación de la iglesia al terror como en su caso. Cumpla tal como usted dice en su mensaje a Zelaya… "por favor medite porque después sería demasiado tarde”.
El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, hizo un llamado este sábado a todos los movimientos sociales y a la población en general a que se mantengan pacíficamente en las calles para que lo acompañen en su regreso previsto para este domingo. A continuación el texto íntegro de la Proclama de José Manuel Zelaya, presidente constitucional de la República de Honduras, a la nación, el 4 de julio de 2009.
Compañeros y compañeras;
Compatriotas hondureños:
Les habla su presidente Manuel Zelaya Rosales.
Quiero decirles que el destino de mi vida está ligado al destino del pueblo hondureño.
En la mañana del 28 de junio, mientras me prestaba a ir a ejercer mi voto en una encuesta popular promovida por el pueblo hondureño, fui víctima de atropellos, de asalto y de violación, secuestro, fui apresado y expulsado de mi país por las fuerzas militares de Honduras; fuerzas militares que hoy se han prestado y están en complicidad con la élite voraz que exprime y asfixia a nuestro pueblo. Obedecen sus órdenes, no defienden nuestra nación ni la democracia.
Este zarpazo es en contra de la nación hondureña y ha puesto en evidencia ante el mundo que en Honduras todavía hay una especie de barbarie y personas que no tienen conciencia del daño que les hacen a nuestro país y a las futuras generaciones.
A través de estos medios de comunicación exijo a que continuemos con la participación del pueblo, que es el actor principal de nuestra democracia y de las soluciones que puedan tener los grandes problemas de pobreza y desigualdad que vive nuestra nación.
Los hondureños hemos enfrentado muchos problemas y siempre hemos sabido unirnos para salir adelante, y esta es una gran oportunidad para demostrarle al mundo que los hondureños somos capaces de enfrentar estos problemas y de salir adelante, a pesar de los obstáculos de esta secta criminal que hoy pretende apropiarse de los destinos de nuestra nación y de nuestros hijos.
Hablo a ustedes, golpistas, traidores, judas que me besaron la mejilla para después darle un gran golpe a nuestro país y a la democracia.
Deben de rectificar en el menor tiempo posible, están rodeados. El mundo les ha hecho un vacío, todas las naciones del mundo los han condenado, sin excepciones, hay un repudio general contra ustedes; no van a pasar en vano sus hechos, porque los tribunales internacionales tendrán que rendirles cuentas por el genocidio que están haciendo en nuestro país, al suprimir las libertades, al reprimir a nuestro pueblo.
Yo estoy organizando mi retorno a Honduras. Les pido a todos los campesinos, a las amas de casa, a los pobladores, a los indígenas, a los jóvenes, a los diferentes grupos de organizaciones de trabajadores, empresarios; diferentes amigos políticos que tengo en todo el territorio nacional: alcaldes, diputados, que me acompañen en mi regreso a Honduras, que es el regreso del Presidente electo por la voluntad soberana del pueblo. Es el único medio de elegir presidentes en Honduras, no perdamos nuestro derecho, no permitamos que particulares empiecen a tomar las decisiones que corresponden al pueblo hondureño a través de su legitimidad y de su voluntad popular.
Estoy dispuesto a hacer cualquier esfuerzo, cualquier sacrificio por obtener la libertad que nuestro país necesita.
¡O somos libres o seremos esclavos en forma permanente, si no tenemos el valor de defendernos!
¡No lleven armas, ninguna arma! Practiquen lo que yo siempre he predicado: la no violencia. Que ellos sean los que lleven la violencia, las armas y la represión, y los hago responsables a los golpistas de cada vida, de cada persona, de cada integridad física y de la dignidad del pueblo hondureño.
Nosotros nos vamos a presentar al aeropuerto internacional de Honduras en Tegucigalpa con varios presidentes, varios miembros de comunidades internacionales, y el día domingo, este domingo estaremos en Tegucigalpa abrazándolos, acompañándolos, para hacer valer lo que tanto hemos defendido en nuestra vida, que es la voluntad de Dios a través de la voluntad del pueblo.