Denis Moncada, el representante de Nicaragua en la OEA y su presidente Daniel Ortega denunciaron hoy las peligrosas maniobras que tejen la oligarquía y los militares golpistas al pretender utilizar a los medios de comunicación puestos a su disposición desde el inicio del golpe, para acusar a Cuba, Nicaragua y Venezuela de preparar acciones militares y sangrientas contra el país centroamericano.
Pretenden provocar una situación de caos con apoyo de grupos paramilitares para "justificar un baño de sangre" a las puertas del regreso del presidente Manuel Zelaya.
“Están organizando grupos paramilitares para infiltrarlos en las manifestaciones de apoyo a Zelaya para que disparen en contra de los que están defendiendo a los golpistas, en contra incluso, de los policías para justificar un baño de sangre en Honduras".
Con tal complicidad se pronunció también la Iglesia Católica alertando a Zelaya de que no regresara porque provocaría un baño de sangre.
Mucho cuidado, que la situación creada no admite maniobras maquibélicas de tal envergadura, que pongan en peligro la estabilidad de la región y compliquen en los problemas nacionales de una nación a otras naciones a partir de tratar de buscar más pretextos para continuar justificando sus macabras e ilegales intenciones de “gobernar” en el país.
La comunidad internacional, como nunca antes, partiendo del Consejo de Seguridad de la ONU y todos los organismos internacionales, se han pronunciado por la ilegalidad del gobierno de facto y por el retorno del presidente Zelaya a sus funciones de presidente al frente del pueblo que le ha demostrado lealtad.
¡Bien alerta la comunidad internacional será diferente si en realidad esgrimen tales argumentos!
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