No habrá más tiempo para los gorilas de Goriletti, quienes con la arrogancia y prepotencia en grado superlativo pretenden aprovechar a su conveniencia las mediaciones para seguir a burlándose de la condena internacional y desoír las exigencias del ALBA, SICA, Grupo de Río, OEA, Unión Europea, de que deben restituir a Zelaya y el orden constitucional en Honduras.
Al cómplice llamado del imperio enseguida hubo consenso en el proceso iniciado desde ayer cuando Gaspar Arias, el presidente de Costa Rica, accedió a servir de mediador en el conflicto entre las fuerzas constitucionales y el gobierno de facto. A pocas horas de haber dado al amo su consentimiento con la cabeza al nivel del suelo, rápidamente utilizó los medios mentirosos y desinformadores para informar que iría a Costa Rica, pero no a dialogar. Siempre será, dijo, sobre la base del no retorno de Zelaya a la presidencia de Honduras y sí su entrega a los tribunales de justicia.
Con estas declaraciones públicas del gorila castrense, quedan bien definidas las dos posiciones, bien polarizadas, por cierto y será de donde arranque el proceso de mediación que tendrás su momento cumbre mañana.
En un comentario que publiqué ayer en la web, bajo el título Restauración de la constitucionalidad sin jugada de engaño, en el cual expresaba lo siguiente: “Mientras las voluntades deben cobrar cuerpo, tenemos que estar claros de que si no se hacen bien las cosas puede resultar una jugada de engaño con las amenazas que se están gestando desde Honduras por parte del presidente del Tribunal Supremo de Justicia del gobierno de facto ha manifestado la voluntad de ese gabinete de una posibilidad a la salida de la crisis podría ser una amnistía política, tanto para José Manuel Zelaya como para otros actores involucrados.
Esa es precisamente la jugada para “pasarle la cuenta” a Zelaya por los supuestos 18 cargos que se le adjudican y por los que tendrá que responder si la derechas oligárquica y militarista logra mantener sus propósitos y es precisamente por lo que dicen los golpistas en cadena que no volverá de nuevo al poder.
Los propios golpistas han descartado los verdaderos intereses militaristas y fascistas del ilegítimo gobierno. Han asumido una poción prepotente, fascista, al estilo de Pinochet y la formación que da la escuela de Las América donde entrenaron a los dictadores. Porque un gobierno golpista sobre los que pesan los crímenes y la represión a un pueblo pacífico no puede exigir nada en esa mediación. Un gobierno aislado universalmente tampoco.
Confiemos que en las declaraciones de Arias precis'o que "las conversaciones que sostendrán el próximo jueves en San José el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, y el mandatario del gobierno de facto, Roberto Micheletti, no son "de igual a igual", pues la comunidad internacional no reconoce al gobierno golpista.
"No es de igual a igual. Los países de América Latina y del mundo entero no han reconocido el gobierno de facto y consideran que el presidente Zelaya sigue siendo el presidente constitucional", afirmó Arias, a quien este martes se le solicitó ser "mediador" en el conflicto que vive el país centroamericano, a raíz del golpe de Estado del pasado 28 de junio."
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