Quisiera ser muy serio en el tratamiento del controversial tema que es la mediaciónm, pero es que su propia inconsistencia me hace tambalear por mi encredibilidad en relación con lo efectivo que pueda ser esta última ronda de “conversaciones” entre los representantes del legítimo gobierno de Honduras con la camarilla golpista con Oscar Arias como “árbitro”.
Es inconcebible que el presidente constitucional y su delegación acepten los siete puntos propuestos por la mediación aunque en lo personal discrepo de algunos por su viso oportunista) para buscar una solución al conflicto y los ilegales usurpadores lo desaprueben en franca postura arribista, tratando de estirar como un elástico este proceso para ganar terreno y tratar de consolidar sus posiciones evitando la entrada de Zelaya al país.
Con la postura asumida por Arias nos demuestra paso a paso su complicidad con los actores intelectuales del conflicto, signados también para repensar la “solución” sin perder el espacio ganado por más de 20 días de desgaste de las fuerzas populares y de arribismo golpista a posiciones estratégicas del país centroamericano.
¿Qué mensaje quiere transmitirnos el mediador Arias cuando expresa “Ciertamente, aún hay diferencias entre las partes por lo que tenemos que hacer un esfuerzo para flexibilizar y acercar posiciones", dijo el mandatario a la salida de la reunión.”? ¿Quién tiene que ser flexible y con quién? Siempre se habló que no habría negociación, que los acuerdos adoptados por los organismos internacionales y resultantes de la mediación debían ser cumplidos sin condicionantes, entonces ¿qué sucede de nuevo con Micheletti y su pandilla negociadora?
El representante de los gorilettis, Carlos López le pidió a Oscar Arias estudiar poco más la propuesta, reflexionar sobre los puntos y hacer consultas a Tegucigalpa, mientras que los representantes de Zelaya representada por Rixi Moncada, aceptó la propuesta presentada por el presidente costarricense, incluso con el día y hora que se propone para el arribo del presidente constitucional a Honduras para encontrarse con su pueblo.
¿No les parece que este proceso al cuento de la buena pipa que nos hacían nuestras abuelitas a la hora de dormir?
Una jornada que inicialmente se anunció para un día iniciada el de julio ya alcanza los días. Se ha estirado tanto que el elástico está a punto de romperse y estallar porque en realidad no está desempeñando ninguna función. Ahora se plantea que mañana continúan a las 11:00 a.m. y podemos predecir que los que le han tenido que dedicar 15 horas más a meditar y consultar con sus amos en el norte sobre qué hacer, se presentarán con la negativa o con una sucia alternativa que impida el retorno del presidente y de la constitucionalidad al país el próximo viernes 24 de julio.
En un comentario que publiqué el 10 de julio bajo el título ¿Cuál es la mediación?, se exponía: “Esa mediación nació con malformación congénita y manipulada, puesta en práctica para ganar tiempo por parte de la dictadura golpista y sus acólitos y como una medida de desgaste sistemático, hablando en términos militares, para el gobierno constitucional y la acción del pueblo en defensa del retorno a su constitucionalidad.”
Estamos parados en la misma loza, los que tienen que exigir condiciones porque son los que están en el marco de la legalidad y apoyados por el concierto universal de las naciones son los que aceptan y los que no debieran tener voz ni votos, pretenden imponer condiciones… El mundo está patas arriba y en franca crisis de gobernabilidad.
Solo queda esperar a mañana para apreciar el desenlace de la incógnita que ha creado el hecho de que los usurpadores exijan 15 horas más de análisis y consultas “con el diablo”.
Mientras, nosotros seguimos aguantando bien fuerte el elástico para que no se reviente y las consecuencias sean mejores.
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