El presidente constitucional de Honduras José Manuel Zelaya demostró estar muy claro cuando expresó en su conferencia de prensa al concluir el encuentro con la Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton que “los inicios del diálogo no responden a una negociación, sino que es la planificación de la salida del gobierno golpista y la restauración del elegido en las urnas en consulta popular.
“Lo que se está planificando es un retorno que tenga un acuerdo con el gobierno golpista, precisó, y agregó: “no estamos ni traicionando ni dejando solo a nuestro pueblo, todo lo contrario. Lo estamos fortaleciendo, porque todos los países del mundo sin excepción, apoyan este proceso de restitución legal y jurídica”.
Insistió en que la voluntad del pueblo no la va a traicionar y se está defendiendo en las calles en las marchas que hoy protagoniza la décima jornada de protestas y manifestaciones en las calles exigiendo su regreso además, insistió en denunciar las maniobras del gobierno golpista que son condenadas por toda la comunidad internacional.
En su alocución también agradeció las palabras del presidente Obama, quien en Rusia declaró que EE.UU. apoya el restablecimiento del presidente democráticamente elegido por los hondureños a pesar de las diferencias entre ambos gobiernos.
Mientras esto se organiza con la aceptación de Oscar Arias, el presidente de Costa Rica como mediador entre las fuerzas en conflicto, el cual posee experiencia en estos menesteres para lograr que las partes se pongan de acuerdo y restablecer el orden constitucional en Honduras, deben precisarse que no se va a negociar sino poner los puntos sobre las íes y los muertos, las represiones, los heridos, las pérdidas económicas, la usurpación de la constitucionalidad de un país no puede ser mancillada por militarotes envalentonados ni por oligarcas ambiciosos.
Mientras las voluntades deben cobrar cuerpo tenemos que estar claros de que si no se hacen bien las cosas puede resultar una jugada de engaño con las amenazas que se están gestando desde Honduras por parte del presidente del Tribunal Supremo de Justicia del gobierno de facto, ha manifestado la voluntad de ese gabinete de que “una posibilidad a la salida de la crisis podría ser una amnistía política, tanto para José Manuel Zelaya como para otros actores involucrados.
“A través de esa amnistía nuestras resoluciones dejarían de aplicarse en lo que corresponde a lo político porque en lo que corresponde a delitos de índole general o comunes cometidos por algún funcionario, no entran en una amnistía política”.
Recordemos que Zelaya está acusado por los golpistas de forma ilegal por 18 causas por las que según ellos, tendrá que responder una vez que llegue a Honduras.
Este es un lenguaje que no queda claro en el concierto de las informaciones que hasta el momento han aparecido, emparentadas con las respuestas de la Clinton a algunas preguntas realizadas por los periodistas acerca de que si ese regreso al orden constitucional de Honduras, implica el retorno del presidente Zelaya a lo cual contestó: "Ahora que tenemos un proceso de mediación que podría comenzar pronto, no quiero prejuzgar lo que las partes van a acordar. Es bueno que las partes con el presidente Arias como ayuda, resuelvan estos temas". Y dejó lo más importante del proceso en el aire para que “cada cual saque sus propias conclusiones”.
Lo más importante es el camino que se abre para retornar la constitucionalidad a Honduras y que su pueblo decida su propio destino, que por demás, nunca será apoyar al gobierno del terror implantado ni el apoyo a sus camarillas especializados en la tortura y el terror.
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