Transcripción: Cubadebate
Comandante, con profunda tristeza para los enemigos de este país -y enorme alegría para nosotros, los amigos de este país- se constata su excelente estado de salud y brillante lucidez.
Usted ha dicho que Chávez se preocupa de cada detalle y a mí me gusta el sistema cubano de división social de trabajo: el pueblo cuida de la producción económica, Raúl de la política y Fidel de la ideología, como todos (hemos apreciado) esta tarde que pasamos aquí. Dos temas quizás no son tratados aquí todavía o no se han tocado. Voy a empezar por el primero, que se tocó brevemente por Pérez Esquivel:
Cuando me preguntan cómo logré conocer bien la Revolución cubana, yo digo: No basta conocer la Historia de Cuba, no basta conocer el Marxismo, hay que conocer la vida y la obra de Jose Marti. Para entender a Fidel como lo ha hecho Katiuska (Blanco) hay que conocer la pedagogía de los Jesuitas.
Muchos aquí, como Santiago Alba, el compañero de Túnez, ha experimentado lo que significa una prueba oral en una escuela de Jesuitas. Es duro. De ahí viene Fidel. Yo no soy Jesuita, no estoy haciendo ninguna propaganda. Soy Dominico, pero como soy amigo de Fidel, nos pusimos de acuerdo Dominicos y Jesuitas. En la tradición Jesuita hay una costumbre que se llama examen de conciencia, que se hace en este país, con otros nombres.