Por Sergio Rivero Carrasco
¡No os asombréis de nada! Es el mismísimo Capriles Ratonski que aprendió la lección muy rápido y mantuvo su postulación para ensayar con "su pueblo", el mismo modelo neoliberal y terrorista que, introducido por los yanquis, tiene en sus ancestros alemanes hitlerianos el origen y la fidelidad a la suástica. No por gusto los ilustradores salidos del pueblo colocan en Facebook imágenes como las que le ofrezco a continuación:
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Ese es precisamente el doble forro de su slógan de campaña. El camino que siempre hubo para él es el que muestra en el interior, ese que sacó una vez declarada su tercera derrota en los comicios presidenciales al desconocer los resultados electorales, a la autoridad del CNE y llamar al pueblo al desorden, cacerolazos y la destrucción de numerosos Centros Integralesde Salud, oficinas del PSUV en varios Estados, las casas de los directivos del CNE, de Jorge Arreasa, la del gobernador de Barinas, hermano del presidente Inmortal Hugo Chávez, entre otras. La Revolución Bolivariana y el chavismo fueron los que pusieron los siete muertos.
Por esas razones la Asamblea Nacional de Venezuela, reunida en la tarde de hoy, acordó abrir un proceso investigativo para probar la culpabilidad en los hechos del excandidato opositor y pro-imperialista, mercenario y asesino terrorista Henrique Capriles y llamar al pueblo a defender a su país, sus calles, hasta el último barrio con tranquilidad y firmeza. Tampoco es casual que circule en las redes sociales la imagen que les muestro:
El pueblo sabe que no hay fraude, el prestigio ganado por el CNE y Venezuela en el ejercicio pleno de la más abierta democracia y derechos ciudadanos, no merecen un comportamiento tan burdo, provocador y anticonstitucional de esa plaga mercenaria al servicio yanqui, que desde hace más de una semana vienen preparando el terreno para estas acciones tomando como pretexto el desconocimiento de los resultados porque estaban seguros de su fracaso. Así María Corina daba la impresión de que no defendía a Venezuela sino a los Estados Unidos cuando intervino en la Asamblea Nacional. No perdió oportunidad para utilizar el mismo lenguaje y frases hechas del imperio en la guerra contra Cuba: "Lo que quiere Maduro es entregar a Venezuela al Gobierno de Cuba". Con este planteamiento "tan valiente y convincente" acabó de llenar sus bolsillos y la garantía de que los amos del Norte continúen su apoyo.
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