La especie humana reafirma con frustrante fuerza que existe desde hace aproximadamente 230 mil años. No recuerdo afirmación alguna que alcance más edad. Sí existieron otros tipos de humanos, como los Neandertales de origen europeo; o un tercero, el homínido de Denisova al norte de Asia pero, en ningún caso, existen fósiles más antiguos que los del Homo Sapiens de Etiopía.
Tales restos, en cambio, existen de numerosas especies entonces
vivas, como los dinosaurios, cuyos fósiles datan de hace más de 200
millones de años. Muchos científicos hablan de su existencia antes del
meteorito que impactó en el Istmo de Tehuantepec provocando la muerte de
aquellos, algunos de los cuales medían hasta 60 metros de largo.
Es conocida igualmente la prehistoria del planeta que hoy habitamos,
desprendido de la nebulosa solar y su enfriamiento como masa compacta
casi llana, constituida por un número creciente de materias bien
definidas que poco a poco adquirirían rasgos visibles. Tampoco se sabe
todavía cuántas faltan por descubrir, y los insólitos usos que la
tecnología moderna puede aportar a los seres humanos.