Un desnivelado progreso se reporta hoy en el camino hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), un conjunto de metas para erradicar la pobreza extrema y otros males socio-económicos adoptados en 2000, según divulgó la agencia Prensa Latina.
De acuerdo con estadísticas divulgadas en esta sede, la región más atrasada es la de África Subsahariana, donde la tasa de personas que viven con menos de un dólar al día se mantenía en 2002 casi igual a la del año 1990 (44,6 frente a 44.0 por ciento).
Las cifras más alentadoras se reportan en Asia, con diferencias en sus diversas zonas.
En el sur asiático la cantidad de pobres con menos de un dólar diario se redujo de 39,4 a 31,2 por ciento en el período, en Asia Oriental de 33 al 14,1 por ciento y en el Sudeste Asiático y Oceanía del 19,6 al 7,3 por ciento.
En América Latina y el Caribe el progreso no fue tan rápido como en Asia, con tasas de 11,3 por ciento en 1990 y de 8,9 por ciento en 2002, mientras el norte de África y el Occidente de Asia se reporta un pequeño aumento del 2,2 al 2,4 por ciento.
En general, un informe sobre la situación de los ODM apunta que mientras en 1990 más de mil 200 millones de personas, el 28 por ciento de la población mundial vivía en extrema pobreza, en 2002 la proporción había disminuido en 19 por ciento.
En cuanto a reducir a la mitad el número de hambrientos, el documento revela que África Subsahariana es nuevamente el de peor situación con 33 por ciento en 1990 y 31 por ciento en 2003.
El hambre crónica ha declinado en el Tercer Mundo, pero los progresos generales no son lo suficientemente rápidos para reducir el número de hambrientos, que creció de 1995 a 1997 y de 2001 a 2003, expresaron los especialistas.
Al respecto, señalaron que África Subsahariana y el Sudeste Asiático, los más afectados, han progresado en años recientes, pero a un ritmo que no les permite alcanzar los estimados.
Sobre la meta de lograr educación primaria universal, en general se informa un aumento de la asistencia de los niños a las aulas, con las tasas más altas en América Latina y el Caribe, 95 por ciento, y las menores en Africa Subsahariana, con 64 por ciento.
Todas las regiones del mundo, en mayor o menos escala, lograron entretanto reducir la mortalidad infantil de menores de cinco años, aumentaron la cantidad de vacunados y mejoraron la atención materna con una consecuente disminución de su mortalidad.
Pero los especialistas subrayan que las tasas de mortalidad infantil se mantienen muy altas en África Subsahariana y el Sudeste Asiático y existen pocos cambios en la suerte de las mujeres que viven en áreas rurales a la hora del parto.
Al referirse al combate contra el VIH SIDA, el Reporte sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, da a conocer que pese a los éxitos en la prevención en algunas zonas, las muertes y las nuevas infecciones continúan en aumento.
El número de personas que viven con el VIH sube, de 36,2 millones en 2003 a 38,6 millones en 2005, casi la mitad de ellos mujeres, y el pasado año se produjeron 4,1 millones de nuevos contagiados.
Otros aspectos abordados tienen que ver con la protección del medio ambiente y destacan como negativos la continuada deforestación y el aumento de emisiones contaminantes.
Como positivo se elogia la drástica reducción de substancias que afectan la capa de ozono.
La divulgación de este reporte coincide con la celebración hoy de una plenaria especial de la Asamblea General sobre los ODM.
De acuerdo con estadísticas divulgadas en esta sede, la región más atrasada es la de África Subsahariana, donde la tasa de personas que viven con menos de un dólar al día se mantenía en 2002 casi igual a la del año 1990 (44,6 frente a 44.0 por ciento).
Las cifras más alentadoras se reportan en Asia, con diferencias en sus diversas zonas.
En el sur asiático la cantidad de pobres con menos de un dólar diario se redujo de 39,4 a 31,2 por ciento en el período, en Asia Oriental de 33 al 14,1 por ciento y en el Sudeste Asiático y Oceanía del 19,6 al 7,3 por ciento.
En América Latina y el Caribe el progreso no fue tan rápido como en Asia, con tasas de 11,3 por ciento en 1990 y de 8,9 por ciento en 2002, mientras el norte de África y el Occidente de Asia se reporta un pequeño aumento del 2,2 al 2,4 por ciento.
En general, un informe sobre la situación de los ODM apunta que mientras en 1990 más de mil 200 millones de personas, el 28 por ciento de la población mundial vivía en extrema pobreza, en 2002 la proporción había disminuido en 19 por ciento.
En cuanto a reducir a la mitad el número de hambrientos, el documento revela que África Subsahariana es nuevamente el de peor situación con 33 por ciento en 1990 y 31 por ciento en 2003.
El hambre crónica ha declinado en el Tercer Mundo, pero los progresos generales no son lo suficientemente rápidos para reducir el número de hambrientos, que creció de 1995 a 1997 y de 2001 a 2003, expresaron los especialistas.
Al respecto, señalaron que África Subsahariana y el Sudeste Asiático, los más afectados, han progresado en años recientes, pero a un ritmo que no les permite alcanzar los estimados.
Sobre la meta de lograr educación primaria universal, en general se informa un aumento de la asistencia de los niños a las aulas, con las tasas más altas en América Latina y el Caribe, 95 por ciento, y las menores en Africa Subsahariana, con 64 por ciento.
Todas las regiones del mundo, en mayor o menos escala, lograron entretanto reducir la mortalidad infantil de menores de cinco años, aumentaron la cantidad de vacunados y mejoraron la atención materna con una consecuente disminución de su mortalidad.
Pero los especialistas subrayan que las tasas de mortalidad infantil se mantienen muy altas en África Subsahariana y el Sudeste Asiático y existen pocos cambios en la suerte de las mujeres que viven en áreas rurales a la hora del parto.
Al referirse al combate contra el VIH SIDA, el Reporte sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, da a conocer que pese a los éxitos en la prevención en algunas zonas, las muertes y las nuevas infecciones continúan en aumento.
El número de personas que viven con el VIH sube, de 36,2 millones en 2003 a 38,6 millones en 2005, casi la mitad de ellos mujeres, y el pasado año se produjeron 4,1 millones de nuevos contagiados.
Otros aspectos abordados tienen que ver con la protección del medio ambiente y destacan como negativos la continuada deforestación y el aumento de emisiones contaminantes.
Como positivo se elogia la drástica reducción de substancias que afectan la capa de ozono.
La divulgación de este reporte coincide con la celebración hoy de una plenaria especial de la Asamblea General sobre los ODM.