- La firma por el presidente norteamericano, John F. Kennedy, de la proclama que oficializó el bloqueo a Cuba, hace 45 años, dio continuidad a una guerra económica iniciada mucho antes como un intento frustrado de impedir el triunfo revolucionario.
El 3 de febrero de 1962 Kennedy anunció la medida bajo el pretexto de las sanciones dictadas contra la Isla por presiones de Estados Unidos en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), en una sesión marcada por la firme posición de la delegación cubana.
En realidad, Washington sólo hizo pública y oficial una guerra económica ya aplicada desde los primeros días de 1959, cuando todavía no se habían dictado siquiera las iniciales leyes revolucionarias ni tampoco proclamado el carácter socialista de la revolución.
Documentos desclasificados del Departamento de Estado norteamericano incluyen las instrucciones dadas al entonces embajador de Estados Unidos en Cuba para apoyar las medidas punitivas contra la nación antillana con el fin de causar "hambre y desesperación" en el pueblo porque apoyaba masivamente a Fidel Castro.
El objetivo fundamental, según denunció recientemente Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, era provocar que la población, hambrienta y sufriendo las mayores necesidades, se rebelara contra el gobierno.
Ante su fracaso de liquidar así el naciente proceso, la Casa Blanca promulgó todo un rosario de leyes y disposiciones para apretar el cerco económico, afectando incluso a casi 38 naciones por el carácter extraterritorial que les imprimió.
El gobierno cubano calcula que los daños causados por el bloqueo hasta fines del 2006 superan los 86 mil millones de dólares, cifra con la cual, señaló, podían haberse culminado numerosas obras sociales en beneficio de la ciudadanía.
El bloqueo afectó también los suministro de alimentos y los de medicinas destinadas a tratamientos sensibles en niños, ancianos y mujeres.
La insistencia de Washington en mantener el asedio lo ha aislado de la comunidad internacional.
Así, durante 15 años consecutivos en la Asamblea General de la ONU Cuba ha recibido un abrumador apoyo, expresado en el 2006 en los 183 votos a favor de una resolución contra el bloqueo, por solo cuatro en contra, incluido Estados Unidos, y una abstención.
