Queridos amigos:
Este lunes 4 de junio, en una violenta penitenciaría donde continúa cumpliendo una injusta condena, Gerardo
suma un aniversario a su vida. Ayer leí un libro de poemas de Rimbaud
que, como ha ocurrido otras veces, vino a parar milagrosamente a mis
manos (no abundan aquí los libros de poesía y en general los libros en
idioma español). No tardé en detenerme en unos de los geniales versos de
sus Iluminaciones.
Viajé a la celda de nuestro querido hermano y escribí:
En la celda, hay un hombre; su firmeza los frustra y los hace temblar.
Hay un reloj que funciona, pero la hora no importa.
Hay un espejo y una mesita con historias demasiado espinosas.
Hay una caricatura por terminar y un libro por leer.
Hay unas cartas que dan color al color, sangre a la sangre
y vida a la vida.
Hay un elenco de amados y no amados fantasmas
que traspasan la puerta de hierro
y hablan sin ser respondidos.
Hay, al fin, cuando se tiene valor y fe,
una libertad al acecho.
No hay palabras para describir la nobleza y la integridad de este
hermano nuestro, que nunca en su vida ha hecho daño a nada ni a nadie,
más bien ha dedicado su vida a salvar vidas, sacrificando todos los
momentos de infinito amor que pudo haber vivido junto a su inseparable Adriana.
¡Que lleguen a Gerardo nuestras FELICIDADES!
Cinco abrazos.
!Venceremos!
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