Nuevo éxito de la medicina cubana en Haití (+ Fotos)

Tumor de 17 libras lleva este hombre en su espalda

Por Sergio Rivero Carrasco
con la colaboración de Norma del Río Reyes
Corresponsal del SITVC en Haití

Gracias a  la colega Norma del Río Reyes comparto con los lectores de El Pinero, la publicación que hizo  hoy en su muro de Facebook: un acontecimiento de las ciencias médicas cubanas en Haití, cuando un equipo de especialistas que laboran como colaboradores en ese  país caribeño logró extirpar a un hombre, un tumor de 17 libras de peso. Es esta una  demostración también de los más de 15 años de labor ininterrumpida de los galenos cubanos que han escrito hermosas historias de humanismo, ejercicio profesional, solidez científica y sobre todo, derroche de humildad y profundos valores humanos.

Esta publicación es un reconocimiento al Ejército de Batas Blancas que en cientos de países, incluyendo los que partieron a Sierra Leona a combatir el Ébola,  ponen el alto la valía de nuestra Revolución y del pueblo cubano. Todo está claro y bien demostrado en las palabras de un nativo cuando expresó que: "Buscamos a los cubanos porque atienden bien y no cobran. Somos pobres, no podemos pagar”, resume una vecina de Puerto Príncipe antes de acomodar nuevamente un gran bulto sobre su cabeza".


Si hacemos un poquito de historia, recordemos que la primera brigada médica cubana llegó a Haití el 4 de diciembre de 1998 para aliviar las secuelas del huracán Georges. Desde entonces la cooperación ha sido ininterrumpida y decisiva para este empobrecido país, castigado en 2010 por un terremoto que mató a 316.000 personas, según cifras del gobierno, y por una epidemia de cólera causante también de miles de muertes.

En estos años, el personal cubano ha prestado más de 18 millones de atenciones médicas,  más de 300.000 intervenciones quirúrgicas, salvó  una cifra superior a las 300.000 vidas y ha devuelto la misión a unas 53.000 personas. Informes oficiales añaden que hay más de 
1 000 trabajadores  de salud cubanos en Haití, con un significativo número de mujeres.

Esta ayuda resulta emblemática, no solo por su envergadura (llega a todo el territorio haitiano) y carácter humanitario, sino porque también prepara al país para el futuro mediante el establecimiento de un sistema de salud pública, incluida la reconstrucción de la infraestructura hospitalaria y la formación en Cuba de cientos de médicos nativos del país para que continúen la obra edificada allí.

En síntesis, tomemos como referencia el cierre de un trabajo publicado en la revista Temas y replicado en el blog La antorcha encendida, que expresa:

"Cuba ha brindado un ejemplo para el mundo, al mostrar cómo sus programas de colaboración médica han sido mucho más exitosos y de mayor alcance que cualquier ayuda que hayan brindado los esfuerzos combinados de todos los países del G-8. A lo largo de cincuenta años, el personal cubano ha servido en las zonas más pobres y abandonadas del mundo, adonde otros se rehusaban a viajar. En la actualidad, cuidan del bienestar de setenta millones de personas. Su labor —soslayada por los medios de difusión de las naciones industrializadas— avergüenza a los países «desarrollados» del mundo".

Así es Cuba y los cubanos.

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