Como cada año, cientos de miles de creyentes cubanos esperan con
ansiedad y fervor religioso el 17 de diciembre, Día de San Lázaro.
Muchos, tanto en La Habana
como en el interior del país, celebrarán la fecha en sus propias casas.
Cuando eso ocurre no faltará la imagen del venerado santo, tan común en
los hogares cubanos, junto a otros que son también muy populares, y las
17 velas. La vigilia suele hacerse el 16 por la noche, para esperar el
advenimiento del día sagrado.
Desde días antes entre familiares y amigos comienza a circular la
noticia de quién hará una conmemoración especial y allí se dirigirán y
estarán hasta altas horas de la madrugada. Rezos y plegarias al santo
milagroso se hacen constantemente. Es también el agradecimiento por su
ayuda y su protección. En ese marco surgirán nuevas peticiones y las
correspondientes promesas por su cumplimiento.