Con paciencia, los maestros enseñan a quienes la vida puso una meta más alta para poder aprender. Autor: Roberto Suárez |
Por Margarita Barrios
Con paciencia y altruismo sin límites, miles de maestros se
aprestan cada día a enseñar a aquellos seres humanos a los que la vida
les hizo, unas veces más difícil, otras, más largo, el camino para
acceder al conocimiento.
Para acompañarlos, orientarlos, estimularlos, tanto a ellos como a su
familia, se creó hace 50 años un sistema de educación tan especial como
suelen ser estas personas, que pretende desarrollar todas sus
potencialidades y propiciarles ser útiles a la sociedad, pero, muy
particularmente, a sí mismos.