martes, febrero 26, 2008

PENSARON "COGER CAJITAS"

Dirección del Consejo de Estado de la República de Cuba.
Presidente, Raúl Castro Ruz;
Primer Vicepresidente, José Ramón Machado Ventura
y los Vicepresidentes Juan Almeida Bosque, Abelardo Colomé Ibarra,
Carlos Lage Dávila, Esteban Lazo Hernández y Álvaro López Miera

No acabo de entender a los de allá arriba, o mejor dicho esos que están por todas partes sembrando la desconfianza, el desconcierto y no acaban de darse cuenta de que a Cuba, desde el primero de enero de 1959, la gobiernan los cubanos y ningún foráneo tiene que meter la nariz donde no se le ha llamado.

Cada noticia que se expande por toda la red de redes y por los más disímiles periódicos, televisoras y el éter, tiene intencionalidad y malintencionalidad. Por lo general cada palabra que la arma tiene un fin específico y va dirigida a desmontar la realidad y tergiversar la verdad a su antojo.

El caso que me ocupa para iniciar así este descargo, tiene que ver con la forma en que el libelo de la Mafia de Miami se pronuncia hoy en la portada del Nuevo Herald digital en su versión en español, bajo la firma de Pablo Bechelet en el que literalmente titula: Frustración tras el primer discurso de Raúl Castro.

Ya no solo se dedica a expresar su desconcierto como profesional y la derrota de las más malignas aspiraciones de ver cómo la Revolución cubana llegaba a su fin. La época pos-castro, como le llamaron por muchos años, ya comenzó. ¿Y qué? ¿Dónde está el desorden, la desconfianza, las manifestaciones en contra de la Revolución, la avalancha de embarcaciones cruzando el Golfo de México para llegar a La Florida y propiciar la tan cacareada “amenaza a la seguridad nacional de Estados unidos”.

Las personas que acceden a la Internet, tienen sentido común, al menos leen y son capaces de razonar y evaluar los fenómenos que ocurren en el mundo y en sus propios países. No es posible que la creencia sea ciega en lo que se divulga, como hace Bechelet.

Él se dedica a criticar que haya sido el compañero José Ramón Machado Ventura, un paradigma, luchador incansable y de probada fidelidad a la obra revolucionaria, el que se ganara el derecho y la confianza de los Diputados al Parlamento de esta VII Legislatura, para que junto a otro líder histórico como Raúl Castro, tenga la responsabilidad de enrumbar un grupo de importantes y trascendentales medidas que deben realizarse en el país en los próximos cinco años, con las que se daría respuesta a las múltiples recomendaciones dadas por los cubanos desde la Revolución.

Y digo DESDE LA REVOLUCIÓN con toda intencionalidad, porque ya se estaban afilando los dientes para festejar el descalabro o la falta de responsabilidad con la elección de algún compañero, con muchos méritos, pero no con todas la experiencia para cumplir con ese reponsable mandato del pueblo. Tienen que aceptar que el tiro les salió por la culata. Lejos de festejar están rabiosos, buscando los pretextos para desbarrar de todas maneras como es de esperar.

También cita: "Las noticias pudieron haber sido más abiertas, mejores'', declaró Javier Solana, responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, según la agencia de noticias EFE. "No estoy seguro de que la transición haya comenzado desde el punto de vista político''.
Solo quiero agregar tres verdades que estoy seguro de que hacen falta repetir hoy:

La primera:

En Cuba la transición o el cambio, como quieran llamarle, comenzó el primero de enero de 1959 cuando se derrotó el aparato estatal burgués representado por la dictadura de Fulgencio Batista auspiciada y tutelada por el imperialismo yanqui, y se construyó una sociedad socialista dirigida por la Dictadura del Proletariado. ¿Por qué sueñan?

La segunda:

Hemos sido testigos de que los días más tranquilos de este país se han vivido ahora, con el Mensaje de Fidel al Pueblo y con los resultados de la constitución del nuevo Parlamento y la máxima dirección del país. Crecieron las manifestaciones de cariño, apoyo e incondicionalidad a Fidel, a Raúl y al Partido Comunista de Cuba, dirigente y órgano rector de la sociedad.

La tercera

Los cubanos seguimos felices, hemos probado nuestras fuerzas. La Revolución ha seguido triunfal su camino proyecta un mejor futuro con el concurso del pueblo cubano, entonces, por qué dice el titular “Frustración”; los cubanos no estamos frustrados, estamos realizados, triunfó lo que nosotros queríamos, se logró la continuidad histórica de la Revolución, en la dirección del país, en el Consejo de Estado coexisten valiosas compañeras y compañeros, de varias generaciones con excelentes cualidades humanas y revolucionarias, inteligencia, conciencia y profundo amor a Fidel, al pueblo y a la Revolución.
La conclusión:
Pensaron “coger cajitas”
, como decimos los cubanos y se quedaron con las manos vacías y sin esperanzas de llenarlas nunca más.

domingo, febrero 24, 2008

Discurso de Raúl en la sesión de clausura de la Asamblea Nacional del Poder Popular


Compañeras y compañeros:

Es claro el mandato del pueblo a esta Legislatura: continuar fortaleciendo la Revolución en un momento histórico que exige ser dialécticos y creadores, como nos alertó el compañero Fidel en su medular Reflexión del pasado 14 de enero.

Muchas expectativas se generaron, tanto en Cuba como en el extranjero, en torno a la integración del Consejo de Estado que acaba de elegir la Asamblea. La fundamental fue despejada por el compañero Fidel en su Mensaje del 18 de febrero. Poco puedo agregar a lo expresado por él, salvo reconocerle a nuestro pueblo, en nombre de la Dirección de la Revolución, las innumerables muestras de serenidad, madurez, confianza en sí mismo y la combinación de genuinos sentimientos de tristeza y firmeza revolucionaria.
Asumo la responsabilidad que se me encomienda con la convicción de que, como he afirmado muchas veces, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana es uno solo.

Fidel es Fidel, todos lo sabemos bien. Fidel es insustituible y el pueblo continuará su obra cuando ya no esté físicamente. Aunque siempre lo estarán sus ideas, que han hecho posible levantar el bastión de dignidad y justicia que nuestro país representa.

Sólo el Partido Comunista, garantía segura de la unidad de la nación cubana, puede ser digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder. Es la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado y así lo establece el Artículo 5 de nuestra Constitución, aprobada en referendo por exactamente el 97,7% de los votantes.

(Hacer clic en el título para leer el discurso completo)

Elegido Raúl Castro Presidente del Consejo de Estado de Cuba

El General de Ejército Raúl Castro Ruz fue elegido hoy Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba, por el voto directo y secreto de los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su VII Legislatura.

Como Primer Vicepresidente resultó escogido José Ramón Machado Ventura, en tanto que los otros cinco vicepresidentes son Juan Almeida Bosque, Julio Casas Regueiro, Juan Esteban Lazo Hernández, Carlos Aurelio Lage Dávila y Abelardo Colomé Ibarra.

En el cargo de Secretario fue ratificado José Miguel Miyar Barrueco.

Ese órgano colegiado del Estado cubano está integrado, además, por otros 23 miembros.

Amarilis Pérez Santana, presidenta de la Comisión de Candidatura Nacional, argumentó cada una de las propuestas, antes de proceder a la votación.

El diputado Fidel Castro Ruz ejerció también su voto para lo cual envío la boleta correspondiente, en sobre sellado.

Por su imposibilidad de asistir a esta histórica sesión, Fidel solicitó tal derecho que concede la Ley Electoral, lo cual fue aprobado por los diputados presentes en el Palacio de las Convenciones.

En tal sentido, mediante José Miguel Miyar Barrueco y Carlos Valenciaga, miembros del actual Consejo de Estado, Fidel envió las respectivas boletas con los candidatos propuestos a la dirección de la Asamblea Nacional y del
Consejo de Estado, para que fueran depositadas en las urnas.

El Consejo de Estado es el órgano de la Asamblea Nacional del Poder Popular que la representa entre uno y otro período de sesiones, ejecuta los acuerdos de esta y cumple las demás funciones que la Constitución le atribuye.

Tiene carácter colegiado y, a los fines nacionales e internacionales, ostenta la suprema representación del Estado cubano.

Entre otras atribuciones, dispondrá la celebración de sesiones extraordinarias del Parlamento; acordará la fecha de las elecciones para la renovación periódica de dicho órgano y dictará decretos-leyes, entre uno y otro período de sesiones de la propia Asamblea.

Además, dará a las leyes vigentes, en caso necesario, una interpretación general y obligatoria.

Le corresponde también decretar la movilización general cuando la defensa del país lo exija en caso de agresión o concertar la paz que la Constitución asigna a la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando esta se halle en receso y no pueda ser convocada con la seguridad y urgencia necesarias.

Esa institución del Estado confiere condecoraciones y títulos honoríficos; concede indultos; ratifica y denuncia tratados internacionales, y otorga o niega el beneplácito a los representantes diplomáticos de otros Estados, entre otras funciones.

Todas sus decisiones serán adoptadas por el voto favorable de la mayoría simple de sus integrantes.

LA REVOLUCIÓN CUBANA ES EL PUEBLO CUBANO

Tenemos en nuestras entrañas el dulzor del cariño eterno, del agradecimiento sano de todos los cubanos, de la custodia permanente a cada uno de nosotros, la protección incesante a los que menos recursos poseen y la vigilia perenne que asegura la llegada temprana al nuevo puerto en este viaje hacia una nueva y no menos histórica etapa de la historia de la Revolución cubana.

Hoy ha sido un día para meditar, he tenido en cuenta su formación, la primera escuela intensa que le permitió, según sus propias palabras, hacerse REVOLUCIONARIO.

Y es que al hacerse revolucionario se hizo un hombre más íntegro, más radical, más humanista, convencido marxista-leninista y martiano. Pensamiento y valores que les permitieron convertirse, en el propio fragor de la batalla, en el estadista de talla universal que es hoy y será siempre.

Muchas generaciones han sido herederas de ese hermoso legado que da seguridad al futuro del país, construido sobre la base de un camino escabroso, lleno de tropiezos y adversidades por el asedio constante que mantiene sobre nosotros nuestro enemigo histórico.

Hoy, al tener presente su decisión de pasar cumplir sencilla y llanamente con su deber revolucionario de transmitir ideas, de alertar acerca de las amenazas, las estrategias y el devenir del desarrollo histórico de la Revolución y hacer dejación de su postulación y cargos de Comandante en Jefe y Presidente del Consejo de Estado, siento el deber de continuar en esta batalla hasta el último aliento como la inmensa mayoría de los cubanos.

Si de algo están convencidos los egoreros del Norte y la mafia que los corteja, es que en Cuba no habrá más cambios. El cambio lo hubo el Primero de Enero de 1959 cuando se desterró el Capitalismo y todas sus formas de explotación y se pusieron los recursos en manos del pueblo. Ese fue el cambio que nos ha hecho llegar hasta aquí y el que nos conducirá a perfeccionar nuestra sociedad.Están seguros de que a los cubanos NADA ni NADIE PODRÁ DETENERNOS, porque lo que con tanto sacrificio hemos construido no nos lo dejaremos arrebatar ni con mil proyectos Bush. ¡Ya lo conocemos bien Mr. Ranger!

Todavía me parece oirlo cuando en el Aula Magna de la Universidad de la Habana el 17 de noviembre de 2005, en ocasión de celebrar el aniversario 60 de su paso por ese recinto, un hombre de la altura de Fidel, expresarse con la modestia que lo caracteriza acerca de su formación como revolucionario, le decía a los jóvenes: “es muy justa nuestra lucha.

Por eso tenemos que emplear todas nuestras energías y tiempo para poder decir: ¡Vale la pena haber nacido! ¡Vale la pena haber vivido!”. Además, agregó que nadie siguió la Revolución por culto a nadie o por simpatías personales con nadie. “Eso solo es posible a través de principios, a través de ideas. Son las ideas las que nos unen, nos hacen un pueblo combatiente.

Son las ideas las que nos hacen poderosos. Y cuando las ideas de todos se unen nos hacen un pueblo que no puede ser vencido”, afirmó.Por esa razón dijo que hoy el imperio, el más poderoso que ha conocido la humanidad, está más distante que nunca de lograr poner de rodillas a la nación cubana.Sentimiento optimista transmitió al pueblo, tanto en las acciones por lograr una sociedad más justa y equitativa como éticamente superior.

En estos días previo a la celebración de la Sesión Constitutiva de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, los grandes medios de la desinformación se han dedicado a a la deshonestidad y la mentira, referidas al futuro de la Revolución y a Fidel, una personalidad que constituye un paradigma para los pueblos del orbe por su intransigencia, humanismo y probada solidaridad con los que sí tienen mucho que ganar en esta lucha. ¿Les duele que el pensamiento y obra de este ejemplar cubano aporte cada día, con más gallardía, a la lucha antiimperialista en nuestro continente?

La Revolución cubana, iniciada en la manigua en 1868 y crecida por más de cien años por las diferentes generaciones que hicieron suya la lucha por la independencia, la soberanía y la dignidad nacional, no la ha hecho un hombre solo, sino un pueblo. Por eso cualquier decisión que adopten los diputados en cuanto a la dirección del país, en nada cambiará el curso de la Revolución.

¡No se equivoquen! La Revolución cubana es el pueblo cubano que ha tenido el privilegio de contar con grandes pensadores de todos los tiempos, previsores de la maldad imperialista y de la única vía para ser libres y prósperos: José Martí y Fidel Castro.

martes, febrero 19, 2008

FIDEL ES MUCHO FIDEL


Por Sergio Rivero Carrasco.


Ninguno de los que hoy se han ganado los dólares despilfarrando improperios, maldiciendo a Fidel y a Cuba, y esperando que el baño de sangre y la sublevación se produzca de un momento a otro, como ya vienen anunciando desde el 31 de julio de 2006, calculó la dimensión de nuestro Fidel.

No hay estadista, Presidente, diplomático o personalidad en el mundo que haya estado agredido, injuriado, despechado y sometido a una rigurosa vigilancia enemiga como el Comandante en Jefe. Comandante en Jefe, sí, porque aunque él haya renunciado con la mayor modestia que un hombre puede practicar con absoluta sinceridad, su dimensión y estirpe lo inmortalizan con esa condición: EL COMANDANTE EN JEFE, FIDEL.

Y digo que es “mucho Fidel”, porque ninguno lo calculó; desde hace varios meses están tratando de “adivinar”, de especular en relación con él. Tampoco pensaron que de esta forma humilde, desde su inmensidad de R E V O L U C I O N A R I O, se iba a crecer y pronunciar por la renuncia de dos de los cargos que lo acompañaron durante casi medio siglo. Tienen que reconocer que el factor sorpresa surtió efecto y aún los más reacios a aceptar sus cualidades, dejan ver todo lo que ha hecho a favor de la humanidad.

El Comandante no se retira, sino cambia de actividad. Entrega a otros revolucionarios la continuidad fidedigna de la Revolución, y alerta que ha sido la más asediada en la historia de la humanidad frente al enemigo más poderoso que país pequeño alguno pueda tener por más de 200 años.

Fidel es mucho Fidel, porque aún en los momentos más difíciles, en los que se debatía entre la vida y la muerte, supo dar lecciones de valor, entereza y confianza en el Partido, en el pueblo y en sus más cercanos cuadros.

Fidel es mucho Fidel, porque ha sido la espina más atravesada que han tenido los descendientes del Tío Sam desde mediados del pasado siglo cuando lideraba el movimiento estudiantil primero, y al pueblo después, en la lucha insurreccional y guerrillera que hizo posible la libertad el primero de enero 1959.

Fidel es mucho Fidel, porque con su sorpresa hoy, ha revuelto a la opinión pública internacional, los que no pensaban en Cuba hoy dirigieron su atención hacia nuestro país, los que hablan mal de nosotros todos los días, solo han repetido hoy las palabras que les enseñaron para poner en los cables hace 50 años y no han cambiado el discurso, pero…

Los que nos quieren de verdad, que constituye la mayoría de la humanidad, han multiplicado su apoyo incondicional a Cuba, han inundado los correos electrónicos de mensajes hermosos y han admirado la tranquilidad de este pueblo que confía en las decisiones de sus dirigentes, las grandes estrategias y políticas trazadas por nuestro Partido y en el camino certero, limpio y humano por el que transita la Revolución.

Y Fidel seguirá siendo por siempre MUCHO FIDEL, porque no ha se ha amedrentado para decirles las verdades frente a frente a los yanquis, porque ha sido un luchador incansable por la libertad de su pueblo, de América y del Mundo, y seguirá guiando el camino de las ideas, alertándonos de las principales amenazas y convocándonos junto al Apóstol con su cortante verbo a que “morir por la Patria es vivir”.

lunes, febrero 11, 2008

El fantasma de la tontería “informa” sobre Cuba

La sociedad cubana se perfecciona desde el socialismo y el pueblo defiende sus conquistas

Por Pablo Valiente

"Fantasma de la crítica recorre Cuba de Raúl Castro", "Jóvenes cubanos critican a dictadura". "Quieren ver el mundo real", "La mirada crítica de Silvio", "El periódico comunista critica al Partido Comunista", "La bola de nieve de la crítica llega en Cuba incluso a círculos oficiales", "Intelectuales cubanos se abren a la crítica sin tapujos"... así titulan en las últimas semanas varios medios del mundo las noticias sobre el debate interno en la sociedad cubana al rebotar despachos de corresponsales de prensa acreditados en La Habana.


Se ha tergiversado tanto la realidad de Cuba que cualquier variación en nuestro patrón de conducta pública mueve a analistas, periodistas y agoreros en busca de la noticia de "la hora final de la Revolución". Hasta Silvio Rodríguez, que sin rendir sus guitarras ha vivido toda su vida con la crítica a cuestas, es usado hoy como "avenido" para intentar ilustrar la supuesta rebelión de las conciencias de los cubanos.


Pretender simplificar las cosas no ayuda a su comprensión. ¿Es que en Cuba no ha existido nunca el debate? Desde luego que es ridículo para los cubanos escuchar semejante afirmación. Y no me voy a detener en los aspectos socioculturales y la proyección psicosocial del cubano, harto discutidor, inconforme perenne, crítico burlón y humorista mordaz, aunque nunca suicida que se haya servido de esos recursos para negar su condición humana y política, y mucho menos denigrar su proyecto de país y de familia, como bien reconoce Abel Prieto, nuestro ministro de Cultura, en el lúcido ensayo El oso Misha y el chiste político en el socialismo real.


Está por otro lado la creencia del pensamiento liberal burgués de que en la discrepancia, la confrontación, el enfrentamiento y la inestabilidad de los sistemas están las fuentes de su desarrollo, lo cual para nada tiene que ver con la visión dialéctica de que la estabilidad y desarrollo de los sistemas radica en la unidad y lucha de sus fuerzas internas, en la negación de un estado de cosas que niegue al anterior, dentro de una espiral de transformaciones cualitativas y cuantitativas que sostenemos los que nos adscribimos al pensamiento revolucionario marxista.


No me refiero a nada de eso, sino a los hechos contumaces, porque si algo no ha faltado en esta Revolución son las convocatorias, y no siempre desde las masas, sino también desde la propia dirección revolucionaria, a vivir permanentemente insatisfechos con nuestra obra, a transformarla y a superarla, a criticarla y, sobre todo, a buscarle soluciones; es decir, no solo plantear tiñosas, sino ofrecer jaulas para meterlas. Claro, hablamos de criticar para construir y no para destruir. Ahí está la clave.


Un inventario honesto del pensamiento autocrítico de la Revolución Cubana asombraría a sus más profesionales detractores. Para los cubanos, negarlo sería como desconocer nuestros propios genes. Más allá de las oleadas comunes a cualquier proceso político, como el llamado a la disciplina y la exigencia a fines de los años setenta, la rectificación en los ochenta, los parlamentos obreros en los noventa, lo que nos ha faltado tal vez haya sido la consistencia para sostener la reflexión en el tiempo y ahondar en ella cada día, y quizá una actitud diferente de las políticas editoriales y, también, reconozcámoslo, en los periodistas.


Algunos dicen que se exhortaba pero que no había voluntad real de rectificar errores. Otros la emprenden contra los informadores y los medios de información. Terceros bendicen la llegada de la era digital a nuestro ámbito. Todos somos testigos de cómo, en el funcionamiento de las estructuras políticas y económicas, más allá de su marco regulatorio y normativo, son los seres humanos quienes con sus conductas, actitudes e intereses determinamos el rumbo de los acontecimientos y de las organizaciones.


Puede también que una parte de nosotros, crecidos al amparo del Estado socialista paternal, que dominó una buena parte de nuestro camino, no asumimos responsablemente nuestros deberes de propietarios y nos enajenamos de responsabilidades derivadas de esa condición. Los otros de nosotros, que crecimos sobre todo a lo largo del periodo especial y no fuimos tan beneficiados por el paternalismo, a la vez que coincidimos con una era de mayor exigencia al conocimiento y a la cultura, estamos un poco, solo eso, un poco más predispuestos a responder a los llamados de practicar la crítica, la autocrítica y la reflexión para mejorar nuestra propia obra.


Cabría pensar también, con mente retorcida —porque de todo puede haber tras la alharaca—, que esta sobredimensión mediática de la crítica y la reflexión ciudadanas en Cuba estaría buscando reacciones de contención al proceso, por aquello de "lo que se anda diciendo en la prensa internacional" y porque según asegura la tradición, una vez destapada la caja de Pandora, difícil sería volver a taparla y mucho menos guardar los males.


¿Qué quieren?, ¿stripteases políticos como los de los ex socialistas europeos? Basta de tonterías, señores. Si lo que pretenden es que nos despellejemos en público, no lo lograrán. Si lo que quieren es que nos avergoncemos de nosotros mismos y de nuestra historia, no les daremos la oportunidad. Si lo que buscan es que la humorada desdiga de nuestra condición de pueblo valiente, listo, vencedor, mucho menos les daremos satisfacción. Incluso, tampoco lo obtendrán si persiguieran que, animados por un sentimiento de autopreservación, pusiéramos freno a esta revolución dentro de la propia Revolución y hagamos carne, en vez de proclamarlo en vallas, el concepto de Revolución que definió Fidel en el año 2000.


Por cierto, tomen nota de esa fecha. Tal vez se enteren ahora que la bola de nieve comenzó a rodar hace tiempo, solo que la hacemos visible en el momento oportuno, de la forma adecuada y en el lugar preciso. No olviden que quienes la echaron a rodar son conspiradores natos.