lunes, diciembre 01, 2008

¡LLEGÓ LA RECESIÓN A ESTADOS UNIDOS!

La esperada RECESIÓN, que ya había roto las puertas de Japón y otros países, fue la noticia del día al no darle otro chance a los Estados Unidos: El Dow Jones cayó más de 679 puntos. Según los especialistas de la Oficina Nacional de Investigación Económica (National Bureau of Economic Research, NBER), viene agonizando con esa penosa enfermedad desde diciembre de 2007 y tuvo sus primeros augurios en el 2005.

Según se expresa en algunas notas de prensa divulgadas hoy, la opinión tradicional es que existe una recesión cuando un país sufre al menos dos ciclos consecutivos de contracción del Producto Interno Bruto, como ha sucedido ahora a los Estados Unidos.

Por la envergadura de los problemas económicos y financieros que ha venido atravesando esa nación, los economistas pronostican que la desaceleración de la actividad económica durará, por lo menos, hasta mediados de 2009, y que será la más grave desde la recesión de 1981-1982, aunque otros creen que esta es la peor crisis económica que vive el país desde la Gran Depresión de la década de 1930, pues sus efectos se están haciendo sentir a nivel mundial.

En la reflexión de Fidel acerca de la Gran crisis de los años 30, publicada hoy por los medios de prensa cubanos, el estadista señala que: “El 11 de diciembre de 1930 cerró el Banco de Estados Unidos. Corresponde a la fecha crítica. Era el banco comercial mayor que hasta la fecha se había hundido en la historia norteamericana”. Y acto seguido precisa: “Sólo en el mes de diciembre de 1930 cerraron sus puertas 352 bancos”.

Estados Unidos desde el 2006 tuvo señales de la crisis con la diatriba de las hipotecas. El gobierno de George W. Bush se opuso a actuar contra esquemas peligrosos de hipotecas - sin enganche y basadas únicamente en intereses - durante los años previos a la caída de la economía, presionado por algunos de los mismos bancos que ahora están en crisis.

El hecho de que el gobierno haga caso omiso a la crisis inminente, es representativo de su filosofía política, basada en la confianza en las fuerzas de mercado y en restarle importancia a la intervención del gobierno en la economía.

Irónicamente, ello fue lo que trajo precisamente la mayor intervención gubernamental en el sector desde la década de 1930, como precisó Fidel en la Reflexión que publica hoy.

Muchos de los bancos que se esforzaron tanto por restarle importancia a las propuestas de algunos reguladores se encuentran ahora ya desahuciados o recibiendo miles de millones de dólares en fondos federales para superar una crisis que decían que nunca sucedería.

Lo ocurrido en este proceso bajo el gobierno desvariado de Bush es representativo de su desacertada política y que en estos días finales de mandato la historia le jugó la mala pasada de hacer realidad las supuestas presunciones, aunque haya hecho lo indecible en las improductivas cumbres del G.20 y el G-21 y la inventada G-192, para demostrar su poderío entre los cuales “algunos de los presentes se caracterizan por ser productores tradicionales de mercancías abundantes y atractivas a bajo costo o productos industriales sofisticados, como Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur, etcétera”.

Estas naciones impondrían sus producciones y mercados, harían como precisa Fidel en la Reflexión El G-20, El G-21 y El G-192, “que la naciente industria de un país en desarrollo tendrá que competir con los sofisticados productos que salen de la industria de los más desarrollados o de las manos laboriosas de sus poderosos socios, uno de los cuales maneja a su antojo las finanzas mundiales. Les correspondería sólo el papel de productores de materias primas baratas requeridas de grandes inversiones que serán en todo caso propiedad extranjera con plenas garantías contra veleidades nacionalizadoras. No les quedaría más que las manos extendidas esperando el piadoso apoyo al desarrollo, y una eterna deuda a pagar con el sudor de sus hijos. ¿No es acaso lo mismo que ha ocurrido hasta hoy?”, concluyó el compañero Fidel.

Lo cierto es que con los vaivenes de este mundo desajustado, a Estados Unidos y a los países europeos les costará mucho trabajo y tiempo reponerse de esta recesión que es sinónimo de crisis profunda. ¡Ojalá no continúen los más pobres pagando todas las consecuencias de los desvaríos de los ricos!

Aunque la recesión en un grupo importante de países industrializados es una insoslayable realidad, aun estamos a tiempo para emprender acciones globales con el propósito de que la recesión mundial pueda evitarse. ¡Hagamos hasta lo imposible para impedirlo!

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