Tanto da el cántaro a la fuente hasta que la rompe, y así e pasó al todopoderoso emperador del cielo y de la tierra George Bush, cuando de forma inesperada un periodista iraquí Muntadar al-Zeidi, corresponsal para la estación de televisión iraquí Al-Baghdadia, con sede en El Cairo, Egipto, lanzó al emperador sin corona dos zapatos por la cabeza en franca manifestación de repudio y desagravio por la falacia y demagogia de su discurso, durante una rueda de prensa en Bagdad a tenor de su inesperada visita.Valentía de quien con el sentimiento de su pueblo avasallado y reducido por la cruel ocupación Iraquí desde marzo de 2005, hizo vibrar a los presentes al lanzarle uno detrás de otro sus dos zapatos como aparece en la foto a los gritos de: "este es el fin" y "perro".
Esa noticia rápidamente recorrió el mundo; de ella se hicieron eco todas las emisoras, televisoras, sitios web de todos los confines, aún los que representan la política absurda de su país como el libelo de la mafia cubano-americana el Miami Herald.
Nunca imaginó el mandatario decadente y odiado que alguien se atrevería a desafiarlo, como es el Emperador del mundo, el conquistador del petróleo, el que le define a las naciones si son buenas o malas si respaldan o no su terrorismo incapaz y desvastador de los pueblos.
Le llegó la hora. Las nuevas regulaciones que se pondrán en Iraq de nada servirán para detener el empuje de la oposición de ese pueblo, bien organizada y valiente que le ha impedido a la superpotencia apoderarse del país.
Para que tengan una idea, hasta el premier iraquí Nuri al-Maliki, se quedó atónito sin poder comprender lo que sucedía lo que se unió al asombro de los guardias de seguridad, según lo reflejaron las imágenes de la CNN.
Y con la inseguridad que lo caracteriza refirió que esa agresión no puede considerarse como un sentimiento hostil del pueblo…. ¿Y de quién entonces?
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