El presidente cubano Raúl Castro destacó hoy sistema único de compensación regional, el SUCRE, en el contexto de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), al intervenir en la Cumbre extraordinaria de esa agrupación en Venezuela.
Particular significación, dijo, tienen los trabajos del ALBA más Ecuador, que se realizan desde noviembre de 2008 para crear un sistema único de compensación regional, el SUCRE, un factor fundamental para incrementar el comercio del grupo, reseña la agencia informativa Prensa Latina.Precisó que los avances en ese primer paso se encaminan hacia una unidad de cuenta común, y aseguró que Cuba ratifica la vocación solidaria de sus lazos con América Latina y el Caribe.
El estadista caribeño afirmó que el ALBA cuenta con instrumentos para enfrentar la crisis mundial actual.También advirtió que nadie escapará a la crisis, pero el grupo integrado por seis países, con tres como observadores en esta reunión, cuenta con instrumentos para contrarrestar en parte sus efectos. La crisis, expresó el presidente cubano, plantea enormes desafíos de dimensiones incalculables e impredecibles, pero no tenemos otra opción que unirnos y enfrentarla.
Raúl Castro advirtió que la crisis económica y social ya tiene un carácter global, que no se limita al sector financiero y constituye un flagelo mundial con profundas raíces estructurales, las cuales incluyen la caída de valores bursátiles y la actividad productiva.
El Presidente cubano puntualizó que esa situación lleva a la paralización del crecimiento y a la recesión económica, acompañada de retraimiento del comercio mundial y aumento del desempleo y la pobreza.La situación -dijo- afecta y daña a miles de millones de personas de los países del sur, como siempre los que más sufrirán las consecuencias de prácticas irresponsables de desregulación, especulación financiera e imposición del neoliberalismo.
Acusó asimismo a Estados Unidos de hacer uso abusivo de los privilegios del actual orden económico internacional, que le permite imprimir billetes sin respaldo, junto al guerrerismo y consumismo insostenible. En el fondo, indicó, la crisis es resultado previsible del sistema capitalista de producción y distribución y las políticas neoliberales agravaron su magnitud. Raúl Castro alertó que en la búsqueda de soluciones los responsables terminan concentrando más poder y riquezas, mientras los más pobres y explotados asumen el costo mayoritario. Agregó que la respuesta no puede ser negociada a espaldas de las Naciones Unidas por mandatarios de los países más poderosos, ni con medidas administrativas, porque son de naturaleza estructural y afectan cada vez más la economía en el planeta globalizado e interdependiente.
Menos aún, subrayó, fortaleciendo instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional, cuyas políticas funestas contribuyeron decisivamente a la génesis y alcance de la crisis. La solución del G-20 no resuelve la inequidad ni la injusticia, precisó. Afirmó que esa proyección es la misma retórica de los países del Norte de no aplicar medidas proteccionistas y entregar ayudas que no alteran el subdesarrollo.
Recordó que se habló hace seis meses en una reunión del G-20 en Washington y desde entonces el Banco Mundial contabilizo 73 acciones proteccionistas aplicadas por miembros de ese grupo, sin ningún incremento en asistencia oficial al desarrollo.
Los países del ALBA, afirmó el presidente cubano, tenemos el privilegio de tener un esquema con principios integrados sobre bases de igualdad, cuya naturaleza niega las prácticas que originaron la crisis.Raúl Castro explicó que las naciones del ALBA no tienen la capacidad de transformar estructuralmente el orden económico internacional, pero si de sentar nuevas bases y construir sus propias relaciones económicas. Nuestros programas más importantes, puntualizó, no están sujetos a la especulación financiera y la fluctuación descontrolada de mercados.
Según Prensa Latina, en la reunión participan además los presidentes Evo Morales, de Bolivia, Manuel Zelaya, de Honduras, Daniel Ortega, de Nicaragua, Hugo Chávez, de Venezuela, y Roosevelt Skerrit, primer ministro de Dominica.Como invitados asisten el presidente Fernando Lugo, de Paraguay, Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, y el canciller Fander Falconí en representación del presidente ecuatoriano Rafael Correa.También está presente Miguel D'Escoto, presidente de la Asamblea General de la ONU, y Bernardo Álvarez, presidente del Banco del ALBA.
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