Cintio Vitier era todo luz y hoy también necesita honra. Ha sido uno de los más preclaros intelectuales cubanos y aunque se produjo su deceso esta tarde, nos deja un fecundo camino para transitar y pensar, como él mismo quiso, a la cultura nacional y a su más especial exponente: José Martí.
Hace solo unos días, el 25 de septiembre, cumplió sus 88 años, multiplicados en su incorruptible ejemplo y ética revolucionaria y martiana que lo acompañó durante su vida.
Ha sido él desde Orígenes, una eminencia y paradigma de la cultura revolucionaria cubana, de sus letras y de la imagen del intelectual antiimperialista como él mismo recalcó que eran todos los que como él integraron el grupo Orígenes entre 1944 y 1956 para compartir y combatir por Cuba, porque fue
Prolífero intelectual, fue poeta, narrador, crítico, ensayista y antólogo. Vino al mundo en Cayo Hueso, Florida, Estados Unidos, el 25 de septiembre de 1921. Es graduado de Doctor en Leyes. También poseía una importante labor docente primero en
Es uno de los más eminentes e importantes intelectuales, entre las figuras actuales de las letras nacionales. Algunos críticos consideran su poesía como una de las más altas y complejas. Poemas, fue su primer libro, publicado en 1938 y fue prologado por el insigne poeta Juan Ramón Jiménez.
Hizo su vida toda con la intelectual cubana Fina García Marruz, Premio Nacional de Literatura 1990 y la más ferviente admiradora y crítica de su obra, lo cual constituía su principal estímulo y orgullo.
Como uno de los más altos estudiosos y conocedores de la vida y obra de nuestro Héroe Nacional José Martí, tuvo a su cargo la dirección de la edición critica de las Obras Completas del Maestro y fue director del Centro de Estudios Martianos.
Entre sus obras más significativas se encuentran Nupcias (poesía), Prosa Breve (Ensayo) y Cuentos Soñados. Por su vasta e importante obra mereció el Premio Nacional de Literatura en 1988,
En esa larga búsqueda de sí mismo encontró también un nuevo sentido de la solidaridad humana, encontró su razón de ser y para dárnoslo a conocer dejó constancia en los siguientes versos:
“El heroísmo es la sustancia del hombre,
la sustancia del hombre es sufrir con los hombres.
El heroísmo no es otra cosa que saber
que la indecible soledad es la comunidad inmensa”.
Descanse en paz, Maestro de luz, su pueblo lo venera.
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