La injusta y cruel condena que cumple Gerardo en cárceles norteamericanas a dos cadenas perpetuas más quince años, impidió que pudiera estar junto a ella en estas horas cruciales y tenga que sufrir su pérdida en la soledad tras las rejas.
Carmen, fue una madre ejemplar que supo preparar a sus tres hijos, y desde su faena como ama de casa, ayudar a su esposo en las actividades revolucionarias a la vez que se sumó activamente a las luchas libradas pueblo como parte de la Batalla de Ideas.
Reciba Usted, Carmen el merecido ¡Hasta siempre!
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