Por: Fidel
Castro Ruz
De nuevo
ruego a Granma no emplear espacio de primera plana para estas líneas,
relativamente breves, sobre el genocidio que se está cometiendo con los
palestinos.
Las escribo
con rapidez solo para dejar constancia de lo que se requiere meditar
profundamente.
Pienso que
una nueva y repugnante forma de fascismo está surgiendo con notable fuerza en
este momento de la historia humana, en el que más de siete mil millones de
habitantes se esfuerzan por la propia supervivencia.
Ninguna de
estas circunstancias tiene que ver con la creación del imperio romano hace
alrededor de 2400 años o con el imperio norteamericano que en esta región del
mundo, hace apenas 200 años, fue descrito por Simón Bolívar cuando exclamó que: “… Estados Unidos parecen
destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la
Libertad”.
Inglaterra
fue la primera real potencia colonial que utilizó sus dominios sobre gran parte
de África, Medio Oriente, Asia, Australia, Norteamérica, y muchas de las islas
antillanas, en la primera mitad del siglo XX.
No hablaré
en esta ocasión de las guerras y los crímenes cometidos por el imperio de
Estados Unidos a lo largo de más de cien años, sino solo dejar constancia que quiso
hacer con Cuba, lo que ha hecho con otros muchos países en el mundo y solo
sirvió para probar que “una idea justa desde el fondo de una cueva puede más
que un ejército”.
La historia
es mucho más complicada que todo lo dicho, pero es así, a grandes rasgos, como
la conocieron los habitantes de Palestina
y es lógico igualmente que en los medios modernos de comunicación se reflejen las
noticias que diariamente llegan, así ha ocurrido con la bochornosa y criminal
guerra de la Franja de Gaza, un pedazo de tierra donde vive la
población de lo que ha quedado de Palestina independiente, hasta hace apenas
medio siglo.
La agencia
francesa AFP informó el 2 de agosto: “La guerra entre el movimiento islamista
palestino Hamas e Israel ha causado la muerte de cerca de 1.800 palestinos […]
la destrucción de miles de viviendas y la ruina de una economía ya de por sí
debilitada”, aunque no señale, desde luego, quien inicio la terrible guerra.
Después
añade: “… el sábado a mediodía la ofensiva israelí había matado a 1.712
palestinos y herido a 8.900. Naciones Unidas pudo verificar la identidad de
1.117 muertos, en su mayoría civiles […] UNICEF contabilizó al menos 296
menores muertos”.
“Naciones
Unidas estimó […] (unas 58.900 personas) sin casa en la Franja de Gaza”.
“Diez de los
32 hospitales cerraron y otros once resultaron afectados”.
“Este
enclave palestino de 362 Km² no dispone tampoco de las infraestructuras
necesarias para los 1,8 millones de habitantes, sobre todo en términos de
distribución de electricidad y de agua.
“Según el
FMI, la tasa de desempleo sobrepasa el 40% en la Franja de Gaza, territorio
sometido desde 2006 a un bloqueo israelí. En 2000, el desempleo afectaba al 20%
y a un 30% en 2011. Más del 70% de la población depende de la ayuda humanitaria
en tiempos normales, según Gisha”.
El gobierno
de Israel declara una tregua humanitaria en Gaza a las 07:00
GMT de este lunes, sin embargo, a las pocas horas rompió la tregua al atacar
una casa en la que 30 personas en su mayoría, mujeres y niños, fueron heridos y
entre ellos una niña de ocho años que murió.
En la
madrugada de ese mismo día, 10 palestinos murieron como consecuencia de los
ataques israelitas en toda la Franja y ya ascendió a casi 2000 el número de
palestinos asesinados.
A tal punto
llegó la matanza, que “el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent
Fabius, ha anunciado este lunes que el derecho de Israel a la seguridad no
justifica la ‘masacre de civiles’ que está perpetrando”.
El genocidio
de los nazis contra los judíos cosechó el odio de todos los pueblos de la
tierra.
¿Por qué cree el gobierno de ese país que el mundo será insensible a
este macabro genocidio que hoy se está cometiendo contra el pueblo palestino?
¿Acaso se espera que ignore cuánto hay de complicidad por parte del imperio
norteamericano en esta desvergonzada masacre?
La especie
humana vive una etapa sin precedente en la historia. Un choque de aviones
militares o naves de guerras que se vigilan estrechamente u otros hechos
similares, pueden desatar una contienda con el empleo de las sofisticadas armas
modernas que se convertiría en la última aventura del conocido Homo sapiens.
Hay hechos
que reflejan la incapacidad casi total de Estados Unidos para enfrentar los
problemas actuales del mundo. Puede afirmarse que no hay gobierno en ese
país, ni el Senado, ni el Congreso, la CIA o el Pentágono quienes determinarán
el desenlace final. Es triste realmente que ello ocurra cuando los peligros
son mayores, pero también las posibilidades de seguir adelante.
Cuando la
Gran Guerra Patria los ciudadanos rusos defendieron su país como espartanos;
subestimarlos fue el peor error de los Estados Unidos y Europa. Sus aliados más
cercanos, los chinos, que como los rusos obtuvieron su victoria a partir de los
mismos principios, constituyen hoy la fuerza económica más dinámica de la
tierra. Los países quieren yuanes y no dólares para adquirir bienes y
tecnologías e incrementar su comercio.
Nuevas e
imprescindibles fuerzas han surgido. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica,
cuyos vínculos con América Latina, la mayoría de los países del Caribe y
África, que luchan por el desarrollo, constituyen la fuerza que en nuestra
época están dispuestos a colaborar con el resto de los países del mundo sin
excluir a Estados Unidos, Europa, Japón.
Culpar a la
Federación Rusa de la destrucción en pleno vuelo del avión de Malasia es de un
simplismo anonadante. Ni Vladímir Putin, ni Serguéi Lavrov, ministro de
Relaciones Exteriores de Rusia, ni los demás dirigentes de ese Gobierno harían
jamás semejante disparate.
Veintiséis
millones de rusos murieron en la defensa de la Patria contra el nazismo. Los
combatientes chinos, hombres y mujeres, hijos de un pueblo de milenaria
cultura, son personas de inteligencia privilegiada y espíritu de lucha
invencible, y Xi Jinping es uno de los líderes revolucionarios
más firme y capaz que he conocido en mi vida.
Fidel Castro
Ruz
Agosto 4 de 2014
10 y 45 p.m.
Agosto 4 de 2014
10 y 45 p.m.
(Tomado de Granma)
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