Se prepara la Gran Fiesta del saber

Por Sergio Rivero Carrasco
Imágenes de archivo

Durante estos días niños, jóvenes y padres se han dedicado a ultimar detalles para la gran fiesta del lunes Primero de Septiembre: El inicio del Curso Escolar.

No han descuidado ni un detalle; muchos utilizaron de forma provechosa el tiempo y tienen sus libros y libretas forradas para preservarlas, y hasta los lápices con las puntas sacadas. Los uniformes escolares fueron comprados de forma oportuna y salvo excepciones, ya están dispuestos para el amanecer feliz que se avecina.

Mariana, Lorena, Genis y Albertico, siempre preocupados por sus pertenencias escolares, dedicaron algunos días en poner a tono cuanto necesitaban, sobre todo Marianita, que inicia su cuarto grado, es la más peque de los nietos, pero con alto grado de exigencia y perfeccionismo en lo que hace: Las libretas impecablemente protegidas, la mochila, lápices, bolígrado, regla, goma y una buena carga de libros. Lorena ya comienza la Secundaria Básica y Alberto el segundo año de su carrera de técnico en Informática, pero Genis, otra de mis nietecitas que reside fuera de Cuba, comenzó sus obligaiones escolares la semana pasada.

Cuánta alegría desbordan los bisoños ante este acontecimiento. También el Estado cubano ha erogado una buena suma para el presupuesto social dedicado a la Educación, asegurando que cada espacio escolar tenga lo que le corresponde.

En la Isla de la Juventud colmarán las aulas más de 15 000 estudiantes y abrirán sus puertas 74 centros educacionales, algunos de nueva creación ubicados en comunidades agrícolas, lo cual constituye una novedad. Los laboratorios escolares para las ciencias básicas fueron completados en los pre-universitarios, los utensilios utilizados en los experimentos y toda la base material de estudio y de vida, en el caso de los centros internos.

Muchos poquitos producen un buen alegrón. Es la fiesta que se avecina, la maestra nerviosa, se inquieta por conocer a sus alumnos y ellos, los que mejor saben querer, disfrutarán de un inolvidable día que se avizora sea muy feliz.