Por: Marisol Ramírez Palacios y Dairon Bermudez.
No fue difícil llegar a Olga Tañón. Incluso, aunque no estaba maquillada como para una entrevista televisiva accedió a un breve diálogo con dos periodistas que asumieron la osadía de buscar a la popular cantante boricua, que horas antes habia anunciado en su página en Facebook su estancia en Cuba.
Hace casi seis años la vi irse de La Habana llorando, le comenté. Así iniciamos la plática con la Tañón en los jardines del Hotel Nacional, y ella se apuró en aclarar que fue llorando pero de alegria.
“Ver esa Plaza de la Revolución tan llena de gente fue maravilloso, bien emocionante”.
Como ha dicho antes, reiteró que hay una Olga Tañon antes y después de “Paz sin Fronteras”, el concierto que reunió a algo más de un millón de espectadores en uno de los sitios más concurridos y emblemáticos de La Habana. Según ella misma lo calificó, “el segundo mayor concierto del mundo en la historia.”
El colega Dayron Bermúdez indagó acerca de las sensaciones que le provoca recordar aquel acontecimiento, aún después de tantos años, y confiesa tras una pausa en la que se le ve hondamente emocionada: “Cuba fue partícipe de lo más importante, de la mayor grandeza que ha acontecido en la carrera de Olga Tañón”.
“Esta vez nos trae aquí un intercambio cultural”, y agrega: “Vamos a estar conversando con diferentes personajes sobre la música, a ver que hacemos con nuestra música y con la música de acá, pero obviamente me encantaria volver con mi grupo. Yo lo prometí. No sabemos cuando será pero vendré con el “bandón” de Olga Tañón pa ca.” dijo y con su habitual simpatía refiere que su mayor placer sería beberse aquí un café con una vecina, caminar, disfrutar de la vida cotidiana de los cubanos.
“Yo soy de Puerto Rico, soy del campo, a mi me gusta mi gente y nada tiene que ver con ser o no ser famoso.”, acentuó la artista ganadora de varios premios Granmmy.
Manifestó que su primera impresión en aquella primera visita a Cuba, fue encontrar su gran parecido con Puerto Rico. “Bueno, bien lo dice: de un pájaro las dos alas”. Acudió a la convocatoria de Juanes para el concierto Paz sin fronteras aquejada de una bronquitis que le impidió recorrer nuestros país. Sin embargo, bastó una visita a la Catedral y ver desde el auto en apurado paseo a la bulliciosa Habana para sentir cómo que había regresado a su natal “islita maravillosa”, aunque aclaró que hace más de 20 años reside en los Estados Unidos.
- Usted no ha viajado a otro país, Olga. Cuba es su casa.
“Pues me han tratado como tal. Tenía muchas ganas de venir. Aqui me tratan súper lindo. Es maravilloso que la gente te quiera, que sepa tus canciones. Ya le hablé a mis hijos de Cuba. En algún momento los traeremos.”
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