Por
Sergio I. Rivero Carrasco
Otro golpe en el mentón del
imperio significó la aplastante voluntad de los pueblos y gobiernos del Orbe
que apoyan a Cuba y su pueblo hoy con la abrumadora cifra de 187 votos a favor
de la Resolución Resolución 73/8 de la Asamblea General de las Naciones
Unidas: “Necesidad de
poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno
de los Estados Unidos de América contra Cuba”
presentada por vigésima octava ocasión en la Asamblea General de Naciones
Unidas, el mundo le propinó una fuerte estocada al perverso presidente de turno
de la Casa Blanca Donald Trump y a su Gobierno, el cual quedó, como siempre, arrinconado
y desmoralizado solo con Israel como aliado histórico y la reverencia del
gobierno de Bolsonaro, que no es Brasil (3), y las dos abstenciones (2) de
Colombia y Ucrania, con gobiernos alistados y arrastrados a los pies del
imperio, dándoles las espaldas a sus pueblos.
El levantamiento de ese
criminal cerco comercial, financiero y humano sostenido por 57 años contra
nuestro país, el más largo de la historia, aderezado con un sistema de
sanciones injusto y genocida que constituye el principal obstáculo al
desarrollo de la Isla, en franca violación del Derecho Internacional y de la
voluntad de la Organización de Naciones Unidas, que lo ha condenado en 28
ocasiones incluida la de hoy.
La representante
norteamericana, en flagrante irrespeto a los presente y la altura de las
Naciones Unidas, repitió el tradicional guión de supuestas violaciones de
derechos humanos en Cuba de los que su país supuestamente no es responsable, el
cual se presenta en un idioma totalmente fuera de contexto de la razón de ser
de la condena universal a su país.
Como declaró fuertemente el
Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla el cual repitió infinitas veces que
los Estados Unidos Sí es responsable
de todos los males que ocasiona el bloqueo, que mantiene asfixiados a la tercera
parte del mundo a la que no falta Cuba con
su escalada de agresiones con la aplicación de medidas no convencionales que
dañan la economía y las familias cubanas y a terceros países. No tiene
autoridad moral para cuestionar a Cuba ni a nadie por ser el principal violador
de los derechos humanos.
Sus macabros esfuerzos
fueron en vano, allí vibró la justicia, retumbó la unidad monolítica del
concierto de naciones que sí aspiran a un mundo mejor, multilateral y más
justo, alejado de las guerras, muertes y destrucciones, para ofrecerles a sus
hijos un mejor porvenir con derechos y equidad.
Lo cierto es que el
#BloqueoEsReal, está ahí en los hombros de cada cubano, y en la medida que se
alcen los pueblos, incluyendo el de Estados Unidos, estas medidas unilaterales,
genocidas, extraterritoriales y violatorias de la Carta de la ONU, será más
arcaica y lograremos, todos unidos, eliminar la más añeja medida de guerra
impuesta a un país por casi seis décadas.
Hoy, una vez más se alzó la
dignidad de Cuba y de muchos pueblos del mundo, la capacidad de resistencia y
de lucha de los cubanos, a la vez que se multiplicó en la voz de los pueblos y
gobiernos el rechazo universal a las políticas injustas del gobierno de Estados
Unidos, violatorias de los más elementales derechos de los seres humanos y de
los pueblos a elegir por sí solos su destino.
¡Otro golpe del mundo en el
mentón del imperio!
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