Persecución automovilística por autoridades cubanas, amenaza de asesinato mientras permaneciera detenido en Cuba,
juicio fabricado, pago al gobierno de la Isla por su traslado a España…
así fueron hilvanando los medios de comunicación en Madrid y Miami
hechos sin sustento en la realidad que han ido cayendo por su propio
peso ante el curso de los acontecimientos en el caso del político del
Partido Popular español Ángel Carromero.
Carromero fue juzgado y condenado en Cuba en un proceso elogiado por el Cónsul General de
España en la Isla. Ante un tribunal de la provincia cubana de Granma,
el también asesor de un ayuntamiento madrileño, reconoció ser el
responsable de un accidente en que fallecieron dos miembros de la
“oposición” al gobierno cubano, a los que
el ciudadano español abastecía con tecnología y dinero de acuerdo a los
planes de “cambio de régimen” que financia Estados Unidos.