Por Sergio I. Rivero Carrasco
No
me canso de pensar cómo el Comandante en Jefe, en un momento tan prematuro como
el 23 de agosto de 1960, vaticinó que la organización que se creaba, es decir
la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), constituía “una revolución dentro de
otra Revolución”. Y es que con preclaro pensamiento concibió el proceso
emancipatorio de las féminas y el papel que debían desempeñar en la sociedad
que se construía.