Por Sergio I. Rivero Carrasco
Una mañana
diferente fue la de aquel domingo 16 de abril de 1961 cuando los capitalinos,
volcados a las calles en marcha solemne y antiimperialista, acompañaban a las
víctimas del a ataque a los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los
Baños y Santiago de Cuba, que habían cobrado la vida de siete retoños en su
plenitud y causado cientos de heridos.