Reproduzco en mi blog este trabajo publicado hoy por el sitio Cubadebate bajo la autoría del poeta y periodista argentino, Premio Cervantes de Literatura 2007 Juan Gelman. Su acostumbrada sapiensa y raciocinio nos adentra en el mundo de la inmunidad norteamericana an al ámbito de la muerte a los connacionales, con idependencia del escenario y los motivos o simplemente el exterminio en masa bajo los ataques de los drones, sopretexto de luchar contra el terrorismo. Varios ejemplos quedan sobre la mesa. Los invito a acercarse a sus argumentos.
Se
trata del primer reconocimiento oficial: Eric Holder, procurador
general de EE.UU., envió al Congreso una carta en la que informa de la
muerte de cuatro ciudadanos estadounidenses en Yemen desde 2009 como
consecuencia de ataques misilísticos con drones o aviones no tripulados
(//s3.documentcloud.org, 22/5/13). En la carta, dirigida al presidente
de la Comisión del Comité de la Magistratura del Senado, el procurador
señala que, aunque los ataques no se realizaron en las zonas de combate
de Irak y Afganistán, estaban plenamente justificados por la seguridad
de EE.UU.
“Con base en principios legales de generaciones y fallos de la Corte
Suprema dictados durante la Guerra Mundial II, así como durante el
conflicto presente –dice la carta–, es claro y lógico que la ciudadanía
estadounidense por sí sola no otorgue inmunidad” a connacionales que
“han decidido cometer ataques violentos contra su propio país desde el
extranjero”. No está claro si Samir Khan, Anwar al Awaki y su hijo de 16
años, Abulrahman, muertos por el misil de un drone en el 2011, los tres
nacidos en EE.UU., eran miembros de Al Qaida, pero el FBI los
consideraba peligrosos por ciertas actividades presuntamente vinculadas
con los terroristas. Obama aplaudió la carta de Holder: “Digamos,
simplemente, que estos ataques salvaron vidas” (www.dailymail.co.uk,
23/5/13). Ya había firmado la orden ejecutiva que autoriza a asesinar a
sus conciudadanos sospechosos de terrorismo.