Por Amy Goodman
Mientras
el Presidente Barack Obama se preparaba para asumir su segundo mandato
como el presidente número 44 de Estados Unidos, dos valientes
periodistas estrenaban su nuevo documental en el Festival de cine de
Sundance. “Dirty Wars: The World Is a Battlefield” (literalmente:
“Guerras sucias: el mundo es un campo de batalla”) confirma el papel
fundamental que desempeñan los periodistas independientes como el
director de la película, Rick Rowley, y su narrador y figura central,
Jeremy Scahill.
Los cada vez más frecuentes ataques estadounidenses con
aviones no tripulados y la utilización del gobierno de Obama de fuerzas
especiales secretas para realizar ataques militares que escapan a la
vigilancia y la rendición de cuentas fueron omitidos por completo
durante el fin de semana de asunción de Obama por los medios masivos,
que estaban demasiado ocupados cubriendo el nuevo peinado de la primera
dama Michelle Obama. El documental “Dirty Wars”, junto con el próximo
libro de Scahill de igual título, pretende romper ese silencio y centrar
la atención en asuntos más importantes.