Por José Manzaneda
Tomado de La pupila insomne
Tomado de La pupila insomne
Hasta la supresión reciente del llamado “permiso de salida” en Cuba, los medios nos han repetido, una y otra vez, que el Gobierno cubano ponía serios obstáculos para viajar a su ciudadanía (1).
Sin
embargo, esos mismos medios raramente nos han mencionado que la
ciudadanía de Estados Unidos –salvo contadas excepciones- tiene
prohibido viajar a Cuba, bajo multas de hasta 65.000 dólares (2). Esta
prohibición fue prácticamente total hasta 1999, año en que el Presidente
Bill Clinton aprobó los llamados viajes “people to people” (pueblo a
pueblo) (3). A partir de entonces, algunos grupos de profesores,
periodistas, representantes de iglesias, grupos culturales y
organizaciones sociales fueron autorizados para ciertos viajes no
turísticos a la Isla.