Por Sergio Rivero Carrasco
Ayer hice volar mi paloma como miles de cubanos por el
regreso de los CINCO. Un mensaje de amor, paz y solidaridad de los cubanos y
amigos de todo el mundo por el regreso de Gerardo, Antonio, Fernando y Ramón,
encarcelados desde hace 15 tortuosos años en las cárceles norteamericanas.
Mi paloma se había entrenado desde hace un tiempo para
realizar prolongados vuelos porque sabía que este de ayer, sería extenso y decisivo para abrazar a cada
uno de los cinco hermanos desde las ventanitas
de sus celdas. No he podido saber si logró su objetivo primogenio, pero sí
tengo la convicción de que el sentimiento entregado por ella en cada partícula
del espacio vital de su vuelo, regó las flores necesarias para la alegría, el
compromiso, la seguridad y la constancia de esta lucha universal contra tan
visceral odio interpuesto ante el raciocinio lógico de la justicia.