El año 1980 pretendió apagar las luces de
casi un siglo de creación a manos anchas, de uno de los más prolíferos
intelectuales cubanos del Siglo XX: Alejo Carpentier Valmont, nacido el 26 de
diciembre de 1904 en Lausana, Suiza, hijo de un arquitecto francés llamado
Jorge Julián y de una maestra rusa nombrada Lina Valmont. Con el pequeño Alejo
llegó el matrimonio a La Habana, ciudad en la que decidieron a vivir el resto
de sus días. Cerró sus ojos en Francia mientras
se desempeñaba como consejero cultural en la embajada cubana en ese país.