Por Sergio I. Rivero Carrasco
“Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los americanos
no pueden con él”;
“Fidel, seguro, a los yanquis dales duro”;
“Cuba sí, yanquis no.”
“Fidel, seguro, a los yanquis dales duro”;
“Cuba sí, yanquis no.”
A poco más de un año y medio del triunfo revolucionario, hecho inaceptable por el
gobierno yanqui ni por las oligarquías latinoamericanas que veían el ejemplo de
Cuba y la solidaridad recibida de otras naciones como Rusia y otros, como una
amenaza, ante la posibilidad de que
irradiara el sentimiento de libertad conquistada a sus pueblos.