La evolución del pensamiento sufrido por los cubanos en los últimos años
apunta a que ya hasta los varones, sueñan con crecer muy rápido para llegar a
los 15 años y recibir los agasajos que la ocasión depara sobre todo para las
féminas, las que comparten las fotos, vídeos, fiestas, cada vez más
sofisticadas y hasta competencias que denigran los valores de hijos, familiares
y vecinos.
Tal es la historia que nos
cuenta Francisco Fonseca en un excelente guión en que ha dejado
pocos espacios
por penetrar. Los recovecos por donde transitan los personajes y sus historias,
marcan hitos en el comportamiento de una buena parte de los cubanos que se ven
entre las dos aguas: “Los Quince de mi hija van ó quedará mal con mi hija”, “pero…
¿cómo reúno ese dineral equivalente a una fiesta de 15?”.
Maikel Jorge Pascual,
excelente editor y Director de programas televisivos, ha demostrado una vez más
su talento, valentía y confianza en su
profesionalidad para emprender la Dirección de actores con un peculiar hilván en
esta suerte de teleplay, reflejo fiel de lo que acontece a diario en nuestras
familias fruto de la incomunicación, y el afloro de antivalores que menoscaban
la educación y la instrucción recibidas durante más de 50 años.