Foto: Gerardo Mayet Cruz
Por Yojamna Sánchez Ponce de León
Magia, payasos, títeres, pinocho, el hada azul e interpretaciones musicales, colmaron de entusiasmo la actividad realizada para los infantes con enfermedades oncológicas, quienes se deleitaron con el proyecto Por un amanecer feliz.
En el restaurante El Abra los integrantes de este programa actuaron para una decena de niños, los cuales juntos a sus padres, olvidaron por un momento sus problemas de salud.
"Me gustó mucho la fiesta, sobre todo los payasos y los títeres. Debe ser porque a mí me encanta reír y bailar", comentó Figueredo Figueroda García de seis años.
Entre la grandeza de la naturaleza y la algarabía de los pequeños, el amor por la vida florece en cada gesto infantil y en los esfuerzos que realiza la Revolución cubana para mantener la atención a estos menores, a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba.
Los trabajadores del Turismo, del INDER, el restaurante El Abra y Salud Pública, regalaron lápices de colores, pelotas de fútbol, muñecos de peluches pero sobre todo, atiborraron a los niños con ternura, que fue correspondida con sus mejores sonrisas.
Este proyecto se realiza varias veces al año e involucra a entidades del territorio con el fin de amenizar la vida de quienes poseen este tipo de patología.
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