Por: Amable Fernández Escritor suramerideño.
Por órdenes del Pentágono, la ultraderecha internacional arremete contra
Venezuela (Maduro está en la mira de los enemigos de la Revolución
Bolivariana). La explicación es simple: En primer lugar es obvio que ni a
Uribe 82 ni a la MUD ni a la turbulenta ultraderecha internacional les
conviene que se concrete la pacificación de Colombia (sobre todo porque
el Presidente Hugo Chávez medió para que los bandos en conflicto
accedieran al diálogo de entendimiento).
Pero, si el gobierno del
presidente Santos lograra la histórica pacificación de la patria de
Gaitán, EEUU y sus secuaces sionistas no tendrían escusa para seguir
ocupando militarmente a la patria de Camilo Torres y el sabio Caldas (y
no es un secreto que la maquinaria militar estadounidense monopoliza en
negocio del narcotráfico, controla los laboratorios de producción y la
distribución y venta en el mercado más grande de drogadictos: Estados
Unidos).
Tampoco la CIA y Mossab -siniestras organizaciones genocidas- tendrían
justificación para seguirse lucrando con el negocio de la cocaína que en
la hermana república producen y trafican los paracouribistas.
¿O es mentira que el narcotráfico internacional financia la contrarrevolución en todo el planeta?
¿Es mentira acaso que Uribe 82 es el ídolo y mentor predilecto de la MUD? ¿A quién acude la MUD cada vez que perpetra ataques a la patria de Simón Bolívar?
Porque es público y notorio que con apoyo del narcotraficante 82, los cabecillas de la oposición acrecientan el ataque a la Revolución Bolivariana.
Veamos los últimos acontecimientos:
Parece evidente que después del 7 de oct. y del 16D, la Minoría Uribista Dopada (MUD) no ha asimilado su derrota. Porque a la pandilla crack de la flacura, a los yongo nixos, manitas blancas y tahúres del trío PJ los ha entusiasmado el lamentable deceso del Presidente Chávez.
Y si antes, con apoyo de narco Uribe 82 arremetieron mediáticamente -dentro y fuera del país- contra el Presidente Hugo Chávez, ahora apuntan sus ojivas de odio contra Nicolás Maduro, el discípulo idóneo escogido por el Comandante para continuar el proceso socialista bolivariano.
No obstante, lo que más exacerba el odio opositor es la masiva y multitudinaria solidaridad del pueblo: Como un océano humano, todos los militantes del Socialismo del Siglo XXI, se han desbordado de amor para demostrarle su gratitud al héroe-mártir de la Revolución Bolivariana.
Por consiguiente, la patológica desesperación de la mudopada oposición no soporta ver que el planeta entero también lamenta la muerte de Chávez.
Y lo que más saca de quicio a la mudopada oposición es que con Chávez el mundo entendió que SIN SOCIALISMO NO HAY DEMOCRACIA PORQUE EL SOCIALISMO ES LA ÚNICA Y VERDADERA DEMOCRACIA.
Esta realidad inobjetable ha desquiciado a la mudopada oposición (o doposición, como también se le llama en los bajos fondos yongo-nixonistas).
Por eso, ahora, como el próximo triunfo de Nicolás Maduro Moros será aplastante, desde ya, con histeria alucinante, los cabecillas de la mudopada oposición se han lanzado a "derrocar" a Maduro (pero, ante el unánime respaldo que el pueblo ha dado a Nicolás, de acuerdo al libreto que les envió Uribe, ya no acusan a Maduro de busetero, ni de humilde obrero, ni de ser cada día mejor alumno de Chávez, ni de ser el "duro" -el irrevocable que como Chávez jamás cederá a las tramposidades de la MUD.
Les preocupa que un revolucionario como Nicolás llore al anunciar
el doloroso deceso del Presidente Chávez, pero que haya pronunciado
metálicamente cada una de sus palabras a la hora de jurar que con
lealtad eterna morirá si es necesario para consolidar la Revolución
Bolivariana. Eso los asusta: saber que el próximo Presidente de la
Revolución Bolivariana es un revolucionario que no maquilla su
militancia (y Chávez demostró que para el capitalismo no hay nada más
peligroso que un revolucionario convicto y sincero).
Por otra parte, los exquisitos capo-caprilistas de la mudopada oposición descalifican a Maduro por considerarlo sin "meritocracia" para ocupar la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela (incluso Maduro dijo en la AN que él no era rico de cuna ni tenía apellido de abolengo); le faltó decirles que su sangre era roja rojita y que el azulillo hematológico es para vampiros de pedigrí).
Creo, además, que con el contundente -certero, maduro, acertado y sincero- discurso pronunciado por Nicolás en la AN, la mudopada oposición ya está esperando las criminales estrategias sionistas diseñadas a toda velocidad en el Pentábono y que desde allende la frontera les ordena cumplir su jefe inmediato, el narcotraficante 82, Álvaro Uribe Vélez, gran capo del narcoparamilitarismo.
Y por supuesto, para colmo de su desesperación narcótica, a los capos mudopados les molesta que las multitudes juren fidelidad eterna a Hugo Chávez, el mejor hijo de Bolívar.
Asimismo es comprensible que los enemigos de Venezuela tiemblen de rabia opositora cuando oyen a las multitudes exclamar: ¡¡¡Chávez vive, la lucha sigue!!! ¡¡¡Con Chávez y Maduro el pueblo está seguro!!! ¡¡¡Camarada Maduro, a la canalla dale duro!!! ¡¡¡Arriba Maduro, eres revolucionario puro!!!
Y se revuelcan de arrechera cuando el pueblo humorista se ríe diciendo: ¡¡¡La MUD huele a carburo, fumígala Maduro!!!
O cuando la juventud exclama: ¡¡¡Chávez, amigo, tú guiarás nuestro destino!!!
Seamos entonces como Chávez: Vigilemos eternamente para que nada ni nadie perturbe la felicidad de la Patria.
Sólo la unión nos hará invencibles.
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