Señor Presidente,
Señoras y Señores,
Buenos días,
Una vez más, siguiendo una
tradición de la que me siento honrado, el Secretario General de las Naciones
Unidas ha invitado al Papa a dirigirse a esta honorable Asamblea de las
Naciones. En nombre propio y en el de toda la comunidad católica, Señor Ban
Ki-moon, quiero expresarle el más sincero y cordial agradecimiento. Agradezco
también sus amables palabras.
Saludo asimismo a los
Jefes de Estado y de Gobierno aquí presentes, a los Embajadores, diplomáticos y
funcionarios políticos y técnicos que los acompañan, al personal de las
Naciones Unidas empeñado en esta 70 Sesión de la Asamblea General, al personal
de todos los programas y agencias de lafamilia de la ONU, y a todos los que de un
modo u otro participan de esta reunión. Por medio de ustedes saludo también a
los ciudadanos de todas las naciones representadas en este encuentro. Gracias
por los esfuerzos de todos y de cada uno en bien de la humanidad.