CSF: Acaba de publicar un nuevo libro bajo el título Etat de siège . ¿De qué trata exactamente?
Salim Lamrani: Como indica el subtítulo, este libro trata de las sanciones económicas unilaterales que Estados Unidos impone a Cuba desde 1960. Se establecieron en plena Guerra Fría con el objetivo de derrocar al gobierno revolucionario de Fidel Castro cuyas reformas económicas y sociales no eran del agrado de la administración Eisenhower de la época. Más de medio siglo después, mientras que la Unión Soviética desapareció y que la Guerra Fría no es más que un viejo recuerdo, Washington persiste en mantener un estado de sitio económico que asfixia a todas las categorías de la población cubana y que afecta en primer lugar a los sectores más vulnerables a saber las mujeres, los ancianos y los niños.
Hay que saber que la retórica diplomática para justificar la hostilidad estadounidense hacia Cuba fluctuó según las épocas. En un primer tiempo, se trataba de las nacionalizaciones y de sus indemnizaciones. Luego, Washington evocó la alianza con la Unión Soviética como el principal obstáculo para la normalización de las relaciones entre los dos países. Después, en los años 1970 y 1980, la intervención cubana en África, más precisamente en Angola y en Namibia, para ayudar a los movimientos de liberación nacional a conseguir su independencia y para luchar contra el apartheid en África del Sur, se estigmatizó para explicar el mantenimiento de las sanciones económicas. Por fin, desde el desmoronamiento de la Unión Soviética, Washington esgrime el argumento de la democracia y de los derechos humanos para mantener el estrangulamiento económico sobre la nación cubana.