- Aseguró Raúl Castro, quien explicó que lo decía precisamente por ser representante de una país agredido por más de 45 años y que esta misma suerte la corren muchos de los países representados en este poderoso grupo de países que nada tienen que perder y sí mucho que ganar para cambiar el orden mundial existente hoy en su intervención en la sesión inaugural de la XIV Cumbre de Jefes de Estados del NOAL, quien asumió la presidencia en funciones por razones de salud del presidente cubano Fidel Castro Ruz.
- Afirma Raúl que la unidad, solidaridad, la marcha unida, es la única alternativa ante los desafíos y peligros que tienen los miembros del Movimiento.
Cuba asumió nuevamente la presidencia del Movimiento de los No Alienados, que eligió como presidente de su XIV Cumbre al mandatario cubano Fidel Castro, aunque por su ausencia debido a motivos de salud el cargo en funciones lo asumió el Primer Vicepresidente cubano, Raúl Castro.
«Con satisfacción y orgullo Cuba asume nuevamente la responsabilidad de ser sede de una Cumbre de los Países No Alineados y su presidencia», afirmó Raúl en su discurso, y añadió que si bien Fidel no se encontraba en la sala les transmitía sus más cordiales saludos y el agradecimiento por su presencia en esta Cumbre, la que sigue muy de cerca.
El Primer Vicepresidente cubano aseguró que solo el esfuerzo mancomundado de los 118 países miembros de los NOAL permitirán revitalizar este foro de los países del Sur.
«Representamos casi dos tercios de Naciones Unidas pero no somos la fuerza decisiva que pudiéramos ser en las relaciones internacionales», enfatizó Raúl Castro, quien explicó que se ha avanzado, pero todavía el Movimiento puede lograr mucho más.
«Afortunadamente ha quedado superada la era de los años 90 donde no pocos se cuestionaron la validez de la existencia de los No Alineados», expresó el dirigente cubano, quien también reafirmó que en la actual coyuntura internacional es más importante que nunca estar cada vez más cohesionados a partir de los principios y propósitos de los No Alineados, que son los mismos del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.
Raúl también dijo que en años recientes varios países miembros del NOAL han sido víctimas de inadmisibles actos de agresión motivados por apetitos imperiales estratégicos, a partir de la proclamación e inmediata aplicación de doctrinas basadas en la guerra preventiva y que usan como pretextos la supuesta promoción de la democracia, la lucha contra el terrorismo y la hipotética existencia de «estados villanos».
«El riesgo de agresiones es hoy más serio que nunca antes», aseguró Raúl Castro, quien explicó que lo decía precisamente por ser representante de una país agredido por más de 45 años.
Estados Unidos incluso ha llegado al extremo de hacer público un plan para destruir nuestro sistema social, con un anexo secreto con medidas y accciones para este propósito —explicó—, algo que es el colmo de la prepotencia.
«Asumimos que aquí están los representantes de la mayoría o quizás de todos los 60 o más oscuros rincones del mundo, mencionados como futuros blancos de posibles agresiones, dijo; y seguidamente ratificó la convicción de Cuba de que «es la unidad y la solidaridad, la marcha unida en defensa de nuestros objetivos e intereses comunes, la única alternativa ante los desafios y peligros que tenemos por delante».
Al reconocer que los miembros de los NOAL tienen una amalgama de ideologías, formas de gobierno, culturas y niveles de desarrollo, Raúl afirmó que precisamente esa diversidad debe ser fuente de fortaleza y creatividad.
Sobre el sólido fortalecimiento de nuestras históricas victorias sobre el Apartheid y las luchas contra la colonización y en pro de un nuevo orden económico internacional, a favor de la paz, del desarme y el ejercicio de nuestro derecho al desarrollo, los NOAL también pueden enfrentar históricas batalla frente al unilateralismo, el doble rasero de los poderosos, frente al neoliberalismo y los intentos de despojo, por la sobrevivencia de la especie humana ante el consumo desmedido de los países ricos, expresó.
Raúl enfatizó que hoy la No Alineación debe ser en defensa de los principios de soberanía, la defensa de la paz, la oposición activa a la guerra, por la democratización de los organismos internacionales, en particular de Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad; así como por la defensa de los valores y la pluralidad necesaria en este mundo diverso, en que a cada pueblo debe respetársele el derecho a elegir el sistema que considere mejor para sí.
«El pueblo de Cuba continuará brindando su amistad y solidaridad a ustedes, con los que hemos compartido trincheras en el combate, contra el colonialismo y el apartheid, las enfermedades y el analfabetismo, y hemos recibido de ustedes solidaridad para defender la soberanía e independencia de nuestra patria, tras larga y cruenta lucha», dijo el vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros.
«Estamos convencidos de que un mundo mejor es posible, y la lucha por conquistarlo es objetivo prioritario para el Movimiento No Alineado», puntualizó.
Entre las tareas del Movimiento, dijo, esta la defensa de los derechos de nuestros inmigrantes en el mundo industrializado, y contra la explotación, el racismo y la xenofobia, contra la construcción de infames muros, símbolos de un nuevo Apartheid.
Debemos reiterar nuestra condena al recrudecimiento de la agresión contra el pueblo palestino, y también contra el Líbano, añadió.
Igualmente denunció la política de doble rasero que impera en las relaciones internacionales, que propicia la impunidad para algunos, por flagrantes que sean sus crímenes, incluso para el empleo de armas prohibidas por las normas internacionales.
«Defendamos el derecho de nuestros países al uso pacífico de la energía nuclear. Declaremos el desarme general y completo, incluido el nuclear, y rechacemos la doctrina norteamericana del empleo preventivo del arma nuclear, incluso contra países que no la posean, o supuestos grupos terroristas.
«Rechacemos la hipocresía de Estados Unidos, que apoya a Israel para la ampliación de su arsenal nuclear, y amenaza a Irán por el empleo pacífico de la energía nuclear».
Raúl Castro significó que no alineación implica además la lucha por cambiar el actual orden económico mundial, que constituye un sistema de explotación y saqueo que tiende a reproducir el subdesarrollo y ampliar la distancia entre un pequeño grupo de países ricos, que tiene el 20 por ciento de la población mundial, y una vasta periferia integrada por nuestros países, donde vive el 80 por ciento de la humanidad.
Más adelante significó que, No alineación implica hoy apoyar el derecho de los países del Sur a tomar las medidas necesarias para alcanzar el control de sus recursos naturales en beneficio de su pueblo.
«Somos víctimas también de la creciente brecha en cuanto al conocimiento. Mediante el saqueo de cerebros, nos extraen recursos humanos calificados. Un tercio de los científicos formados en el Tercer Mundo no trabajan en sus países, y más del 50 por ciento de los que viajan a hacer un doctorado a Norteamérica o Europa no regresan a sus patrias.»
«La naturaleza es destrozada, el clima se deteriora, las aguas para el consumo humano se contaminan y escasean, los mares ven agotarse las fuentes de alimentos para el hombre, los recursos no renovables se derrochan en lujos, la elevación del nivel del mar amenaza la existencia de países insulares.
«Creer que un orden económico y social que ha demostrado ser insostenible puede mantenerse por la fuerza, es una idea absurda», significó.
«Como dijera Fidel, en octubre de 1979, ante la Asamblea General de la ONU cito: el ruido de las armas, del lenguaje amenazante, de la prepotencia en la escena internacional debe cesar. Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se pueden resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los enfermos, a los hambrientos, a los ignorantes, pero no podrán matar el hambre, las enfermedades y la ignorancia».